Espíritus, ocultismo y magia: Así es el lado más oscuro del Carnaval de Barranquilla
Existen muchas leyendas y connotaciones espirituales que se remontan a los inicios de esta fiesta. Aunque ahora esa no sea la razón de ser de la celebración, si tiene una historia oculta que contar.
En el Carnaval de Barranquilla se pueden apreciar diferentes dioses y demonios provenientes de diferentes ciudades de la región Caribe que se camuflan entre la danza alegre y colorida de las comparsas.
En los desfiles de las carnestolendas se observa una marcada predominación de las raíces africanas, las cuales esconden una serie de creencias y rituales que se manifiestan en las expresiones dancísticas, y que pasan desapercibidas para los miles de espectadores.
Para ser más explícitos, a continuación se exponen algunas de las leyendas y diferentes componentes esotéricos que se palpan durante esta temporada festiva.
CARNAVAL DE LA ESCLAVITUD Y JOSELITO
Una leyenda oscura no canónica del Carnaval, cuenta que estas fiestas surgieron en los rituales ocultos que realizaban los africanos esclavizados ante los ojos de sus amos españoles (rígidamente católicos). En estas manifestaciones escondían en sus danzas y cantos las invocaciones de sus ancestrales y temibles dioses de la magia negra. El objetivo era establecerlos espiritualmente en estas nuevas tierras, con el fin de que estas deidades rompieran su esclavitud y contagiarían a los españoles de las más perversa y mortales pasiones hasta desquiciarlos.
Se cuenta que más tarde este ‘Carnaval de la esclavitud’ se hizo abiertamente apoyado por una secta de mestizos: hijos bastardos de los españoles que querían adorar a los espíritus de sus raíces negras, desarrollando así el ‘Carnaval de los espíritus”.
Durante los bailes estos dioses se manifestaban de forma física en diferentes animales, pasando de monos a gorilas endemoniados. Al final sacrificaban a un africano de raza pura para ofrecerlo a sus dioses.
Se cuenta que el primer sacrificado en esta fiesta fue un negro llamado ‘Josefo’, conocido actualmente como ‘Joselito Carnaval’. Por eso registra la leyenda que de este Carnaval nace nuestro ‘Joselito Carnaval’, como una réplica y legado de las antiguas prácticas africanas desarrolladas en las orillas de los puertos de la Costa.
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LA MAGIA DE LOS TAMBORES
Dentro del mundo esotérico de la invocación, se sabe que el tambor juega un papel muy importante al provocar los estados de trance en las personas que se quieren comunicar con los espíritus. Allí la percusión va abriendo los portales mentales de comunicación espiritual.
En nuestras fiestas es innegable que los toques de los tambores al ritmo africano cambia el ánimo de actores y público, acelerando los ritmos y conectándolos con este sentir de entregarse a fuerzas espirituales ancestrales.
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UN BANDO PARA INVOCAR DIOSES
Un hecho que generó polémica por su connotación espiritual fue el que se dio durante la Lectura del Bando del Carnaval 2013, evento en el que la Reina de entonces, Daniela Cepeda Tarud, mencionó entre sus decretos lo siguiente: “¡Que viva Yemayá, Babalú y Mayombé”, lo que desató una fuerte polémica en la redes sociales, toda vez que la soberana invocó espíritus de la bujería y santería cubana. Algunas personas salieron en su defensa y alegaron que solo fue una mención a personajes africanos que abundan en el Carnaval, y una especie de homenaje a la cultura afrocaribeña.
Aspectos como estos le han dado un velo de misterio a las fiestas del Rey Momo, que con parodias y disfraces representan, incluso, algunas leyendas urbanas como la ‘Llorona’, el ‘Hombre sin cabeza’, y muchas más que alcanzan divertir al público.
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