El parque de los monstruos: el sueño de horror de un príncipe
Apariciones fantasmales y extraños animales rodean este lugar.
Los turistas que viajan al centro de Italia suelen tener como destinos Roma y Florencia, pero la mayoría desconocen que en medio de estas míticas ciudades, en la provincia de Viterbo, se encuentra uno de los conjuntos monumentales más extraños del mundo. Animales mitológicos, divinidades y monstruos de piedra se mimetizan con la naturaleza.
Levantado por orden de Pier Francesco Orsini, el Bosque Sagrado como también se le conoce, permaneció abandonado durante siglos. Varios científicos e historiadores han intentado explicar los símbolos, pero son tantos los misterios que es imposible ofrecer una interpretación completa.
Este enigmático lugar surgió del imaginario de los arquitectos Pirro Ligorio y Jacopo Vignola a fines del siglo XVI, a quienes el príncipe Pier Francesco Orsini mandó a llamar para crear estas especies monstruosas.
Bestias de piedra de grandes dimensiones comenzaron a habitar el paisaje: elefantes, arpías y dragones convivirían con ogros y figuras humanas. Así se levantó este complejo de fantasía en honor de la esposa del príncipe, Giulia Farnese, quien falleciera, y tal suceso motivó la construcción del jardín.
De Pier Francesco Orsini se sabe que fue un hombre solitario, condenado al aislamiento por su aspecto físico: era jorobado, este defecto lo llevó a rodearse toda su vida de la belleza del mundo, pero tras la muerte de su esposa y, posteriormente de su hijo, decidió recluirse en el palacio de Bomarzo. Dicen, terminó siendo constructor y prisionero de su propia obra en su intento por domesticar la naturaleza.
La entrada al parque está custodiada por dos esfinges que sostienen el mensaje: “Chi non prova stupore di fronte alle statue del parco di Bomarzo non potrà am mirare nemmeno le Sette Meraviglie del Mondo”, que traduce: “Quién no muestra estupor ante las estatuas de Bomarzo no podrá, tampoco, admirar las siete maravillas del mundo”, texto que deja frío a los visitantes.
Entre las 32 esculturas que hacen parte de este lugar se encuentran bustos que representan a los dioses Saturno, Fauno, Hércules, Cancerbero, la Fuente de Pegaso, Neptuno, Plutón, entre otros que le dan un aspecto tenebroso.
SONRISAS Y FANTASMAS
Este parque no está abierto al público en horas nocturnas, debido a que muchos turistas que han ingresado allí con la caída del sol han asegurado que han escuchado sonrisas aterradoras que salen de las bocas de las estatuas y también han observado varios espectros, entre ellos los de un hombre jorobado y el de una mujer de larga cabellera.
“El orco, una de las estructuras más imponentes de este parque es en la que han ocurrido mayores sucesos paranormales, algunos jóvenes han afirmado que en su interior aparecen animales jamás antes vistos, especialmente aves que atacan hasta provocar la salida de la estatua”, dijo al diario El País de España, Francesco Torzo, uno de los guías.
Otro aspecto que llama la atención es que algunas de las plantas que crecen alrededor de las estatuas, son removidas en horas de la noche y al amanecer aparecen en el suelo. Por todo lo anterior, este es uno de los lugares que más misterio genera y mayores turistas atrae en Italia.
