¿Qué Pasa?

Bala perdida casi produce tragedia en un sepelio

En el Calancala un hombre hizo tiros al aire en el entierro de una joven, e impactó a uno de los asistentes.

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La mala costumbre de algunos, de despedir a sus difuntos haciendo disparos al aire, estuvo a punto de sumarle más dolor a un hecho que en si mismo era bastante trágico: la muerte por preeclampsia de una joven de 20 años durante un procedimiento de parto por cesarea.

A las 11:30 de la mañana de ayer en el Cementerio Calancala, familiares y amigos de la mujer fallecida, identificada como Carolina Milagro Masso Contreras, sepultaban el cadáver en la tumba marcada con el número A2- 112.

De repente un joven que acompañaba el cortejo fúnebre sacó un revólver y empezó a hacer disparos al aire, supuestamente como un homenaje póstumo a la finada.

Sin embargo, una de las balas disparadas impactó en la oreja derecha a Johan Friends Jesús Acosta Chico, de 20 años, quien estaba sentado en lo alto de una bóveda, dándole el último adiós a su amiga.

Acosta Chico fue trasladado en una moto al Hospital Barranquilla donde le prestaron los primeros auxilios.

Una pariente del joven, que pidió reservar su nombre, le manifestó a AL DÍA que este se encuentra ya fuera de peligro. “La bala se le alojó en el cuello, estamos esperando la remisión al Hospital Adelita de Char para que se la extraigan. Afortunadamente no pasó a mayores”, afirmó.

José Valencia, jefe operativo del Cementerio Calancala, confirmó que el joven resultó herido por una bala perdida disparada, al parecer, por uno de los asistentes al sepelio de Carolina. El empleado manifestó que el ingreso del arma al camposanto fue ilegal, pues no es permitido entrar armado a ese lugar.

“Aprovechó la confusión y el tumulto, que dificultaron la requisa que normalmente se hace a la entrada”, dijo.

La Policía Metropolitana informó que la persona que disparó está identificada. Sería un hombre joven cercano al entorno de Carolina, la mujer que iban a inhumar.