Al vecino le habían pedido, en un primer momento, que si preparaba carne lo hiciera con su casa totalmente cerrada, pero el hombre ignoró las peticiones y siguió haciendo sus parrilladas con todo y orejita de puerco.
Los vecinos que presentaron las solicitudes aseguraron que el olor a carne "los enfermaba" y por eso decidieron proceder al campo legal.
En redes sociales se hizo viral una carta enviada por la familia afectada al vecino de los asados.
Si tienes algo más de tiempo:
Peculiar. Así es un caso que se registró en las últimas horas en Australia, donde una familia de corte vegano, es decir, no consumidora de carne, tomó la drástica decisión de demandar a su vecino porque, según ellos, este les hace "la vida imposible" ya que vive haciendo asados en casa.
Por si no lo tienes del todo claro, el veganismo es una forma de filosofía de vida que consiste en el diseño de una dieta que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales.
En términos prácticos, esto significa abstenerse de consumir alimentos de origen animal, incluyendo carne, pescado, lácteos, huevos y miel, así como evitar productos que han sido probados en animales o que contienen ingredientes de origen animal.
Esta filosofía se extiende también a otros aspectos del consumo, y los veganos suelen evitar productos no alimentarios de origen animal, como el cuero, la lana y la seda, así como ciertos productos de belleza y limpieza que pueden haber sido probados en animales.
Y bueno. Volviendo a la noticia, sucedió que el hombre en el centro de la polémica, un australiano de nombre Kylie, ha sido objeto de múltiples advertencias por parte de sus vecinos veganos, quienes se han quejado repetidamente del olor y la presencia de carnes asadas en el vecindario.
En respuesta a la última advertencia recibida, Kylie decidió dar un paso inusual y publicó la carta de advertencia en sus redes sociales, destacando las tensiones con su familia vegana vecina.
Este incidente ha añadido combustible a las brasas de un conflicto que ya estaba encendido. Lejos de disminuir la frecuencia de sus asados, Kylie ha decidido intensificarlos. Además, ha comenzado a invitar a un creciente número de amigos a su casa para disfrutar de las carnes asadas, lo que ha agravado la situación.
Este caso pone de relieve las tensiones que pueden surgir entre diferentes estilos de vida y elecciones dietéticas. Aunque el veganismo es una opción personal que se respeta y celebra, este incidente resalta cómo las decisiones individuales pueden tener un impacto en la convivencia comunitaria.
Mientras el asunto sigue sin resolverse, esta curiosa situación de tensión vecinal continúa atrayendo la atención en las redes sociales, tanto de aquellos que apoyan a la familia vegana en su deseo de evitar el olor de los asados, como de quienes defienden el derecho de Kylie a disfrutar de sus asados en su propiedad.