Aquella ‘pesadilla’ llamada Ímer Machado que con su silbato persiguió a Junior por muchos estadios del país; parece revivir ahora con Gustavo Murillo; tras el retiro de aquel. Con su rostro apacible, contrario a la dureza del de Machado; Murillo se está transformando de a poco en el nuevo dolor de cabeza del equipo Tiburón, en términos de arbitraje.
El jueves ante Nacional lo volvió a ratificar con un penal clarísimo que no pitó a favor de Junior, tras una mano evidente en el área del defensor Carlos Cuesta. Desafortunadas coincidencias en el comportamiento arbitral de los dos jueces en torno a Junior.
Incluso, con ambos se sufrió en finales, en jugadas que de alguna u otra manera pudieron influir en un título, pero que fueron erróneamente juzgadas por los dos en esos momentos.
MACHADO, EL ‘TERROR’ DE LAS FINALES
Ímer Machado, de Villanueva (Casanare), se retiró en enero de 2016 tras nueve años de carrera. Durante su periplo por el fútbol colombiano le pitó dos finales a Junior. La primera el 24 de junio de 2009 en la definición por el título del primer semestre. El primer juego fue ante Once Caldas en el estadio Palogrande de Manizales, que terminó 2-1 a favor de los locales.
Machado en esa ocasión tuvo dos errores fundamentales en contra del cuadro barranquillero. Primero un penal que no sancionó por clara falta dentro del área sobre Carlos Bacca. Luego, en el segundo tanto de los manizalitas, convertido por el peruano Johan Fano, existió evidente fuera de lugar.
Fue tan notorio el mal arbitraje de Machado, que la Comisión Arbitral lo sancionó con cinco fechas por los errores cometidos. La segunda final pitada al Tiburón fue el 21 de mayo de 2016, en el segundo encuentro por la final de la Liga Águila I, en la que Atlético Nacional se llevó el triunfo en los cobros desde el punto penal.
El partido estaba 1-1, resultado que le daba el título a Junior, y Machado repuso cuatro minutos, cuando en realidad no se había perdido mucho tiempo en la etapa final. Los paisas se fueron arriba en el marcador con gol de John Valoy, y después ganaron 4-2 en los penales. En cuanto a Murillo fue el árbitro del segundo juego de la final por la Liga Águila II del 2015 entre Junior y Nacional, la cual ganaron los Verdolagas.
En una acción de ese partido el defensor antioqueño Óscar Murillo le propinó un codazo al delantero paraguayo Roberto Ovelar. El juez chocoano no pitó ni siquiera falta y la acción continuó.
Finalmente este jueves, se sumó el segundo error de Murillo en contra de Junior, tras no pitar el penal cometido por Carlos Cuesta en el intento de centro del delantero guajiro Luis Díaz. Lo que pudo ser una opción de riesgo a favor de los barranquilleros y una oportunidad de igualar el partido en el minuto 84, terminó en nada. Juzgue usted, ¿es Gustavo Murillo el nuevo Ímer Machado’?