Luis Fernando Sampayo Martínez, natural del municipio de Ayapel, pero residente en Cereté, en el departamento de Córdoba, terminó con un cuchillo incrustado en la cabeza tras una riña en el barrio 24 de Mayo de este último municipio.
Lo curioso de este hecho y que llenó de indignación a los familiares de la víctima es que Sampayo debió permanecer seis horas con el arma blanca incrustada. Los médicos que lo atendieron en el hospital Sandiego de esa localidad, argumentaron que la demora en la atención obedeció a la necesidad de tener una autorización de la EPS a la cual estaba afiliado y cuya razón social se reservaron por temor a represalias.
"Tuvimos que esperar todas esas horas de angustia sin que lo atendieran. Hago un llamado de atención a las autoridades de la salud y a las EPS porque las personas de escasos recursos merecen especial atención y más cuando se trata de una herida que lo dejó entre la vida y la muerte", narró Nazly López, prima del herido.
El hecho ocurrió durante la mañana de este miércoles y en la tarde Sampayo Martínez fue remitido al hospital San Jerónimo de Montería, por la complejidad de la herida que pudo haberse infectado.