Más de 50 años en el oficio no son suficientes. Las fotografías lo son todo para él, un hombre de 84 ‘abriles’ que pese a que la tecnología ha cambiado la forma de trabajar de los fotógrafos, él sigue apostándole a capturar las imágenes en su cámara, imprimirlas y darle un bonito recuerdo físico a sus clientes.
Jorge Eliecer Sierra Paredes, es el nombre del hombre de avanzada edad que se pasea por el parque Tomás Suri Salcedo con pantalón, camisa manga larga, mocasines, un bolso a medio lado y una pequeña cámara Nikon en sus manos ofreciendo el servicio de fotografía tanto a adultos y niños que deseen llevarse una postal en el lugar.
Todos los días desde hace muchos años Jorge sale de su casa en las mañanas y tardes hacia el parque, allí disfruta de ver a las familias que caminan por el lugar, a los niños corriendo, jugando, dándoles de comer a las ardillas y palomas, entre otras actividades que allí se realizan; son precisamente esos los momentos que le gusta capturar con su cámara.
“Cuando empezaron a venir los celulares con esa tecnología decían que se iba a acabar la fotografía, hay gente que se toma con su celular las fotos, pero hay otros que de pronto dicen que les pueden robar o quitar el celular y piden que les tome la foto. Hay gente que viene en carro y vamos a sus casas a tomarle las fotos”, aseguró Sierra Paredes en diálogo con EL HERALDO.
La mayor parte de su vida ha vivido de la fotografía, es padre de tres hijos que tuvo que criar y sacar adelante debido a que su esposa falleció cuando ellos eran pequeños, y como él mismo contó vive de ese trabajo.
En estos momentos Jorge sigue llevando a cabo su labor pese a su avanzada edad, no tanto porque haya sido el sustento de él toda su vida, sino que además es lo que lo hace feliz, lo tranquiliza y lo distrae. No le gusta quedarse en su casa y más porque ya tuvo que hacerlo por muchos meses a raíz de la pandemia.
“Tú sabes lo que es criar tres niñitos, ellos me quieren mucho y me dicen que no venga a tomar fotos, pero yo me aburro allí en la casa, si me quedo me enfermo, yo tengo que salir a trabajar, me gusta tomar fotos, me gusta trabajar, no me gusta estar en la casa”, expresó Jorge.
Sus inicios
El gusto de Jorge Sierra por la fotografía nació hace 71 años, cuando cumplió la mayoría de edad. En ese tiempo, según él mismo relató, veía a la gente tomándose fotos con las cámaras y por eso decidió comprar una “camarita chiquitica” de 10 fotos.
En ese momento empezó a tomar fotos, pero después comenzó a trabajar en una empresa y dejó a un lado la cámara. Años después retomó su pasión y desde ese momento la tomó como su herramienta de trabajo.
“Yo trabajé en el Paseo Bolívar, pero después empezó a haber muchos gamines; trabajé en donde estaban los músicos en la (calle) 72, ahí había una fuente luminosa bonita en los años 60, cuando eso era a blanco y negro y la gente venía a tomarse las fotos, y después venía a tomar fotos en el parque, eso no era como estaba ahora, aquí habían unos muñecos y tomaba mis fotos ahí”, recordó Jorge.
Durante su recorrido por el mundo de la fotografía ha tenido la oportunidad de captar momentos de celebridades colombianas como los cantantes vallenatos Diomedes Díaz y Jorge Celedón, y artistas internacionales como la estrella cubana Celia Cruz. Esas fotografías las mantuvo durante años, pero algunas de ellas se han extraviado en las mudanzas.
Sobre su trabajo
La metodología que ha desempeñado siempre es tomar las fotos y luego llevárselas impresas a los clientes hasta sus casas, por esto cobra $ 5.000. Aún sigue haciéndolo de este modo. Cuando las direcciones le quedan cerca toma un bus y personalmente entrega sus trabajos.
También realiza cubrimiento de eventos como matrimonios, quinceañeros y bautizos, entre otros. Lo recogen en su casa y lo llevan de regreso al terminar su labor. A los pocos días entrega todas las fotografías que hizo.
“Llevo tres años con esta cámara, cuando son eventos llevo las fotos a las casas, pero últimamente las fotos que hago aquí voy a la esquina, las imprimo y las entrego, les cobró cinco mil pesos; a veces me dicen en cuanto le dejo las cinco, seis y les hago una rebaja, pero ya no llevo casi fotos porque hay mucha gente mala y de pronto me quitan la cámara”.
Vicky Sierra, una de las hijas de Jorge, quien a veces lo acompaña al parque, se siente orgullosa de su padre, pues gracias a esta labor pudo sacarla adelante junto a sus hermanos. Hoy en día, aunque no tiene que hacerlo por necesidad, este hombre sigue trabajando en lo que le gusta y le apasiona.
“Mi papá es un fotógrafo que pasó toda su juventud tomando fotos, saco a sus hijos adelante a punta de fotos, ahora mismo él es un señor de 84 años, pero él no quiere dejar sus fotos. Le encanta tomar sus fotos acá en el Suri, nosotros le decimos que no venga, pero eso es lo que le gusta a él, tomar sus fotos y llevárselas a las personas a sus casas”, dijo la mujer.
En el parque Tomás Suri Salcedo es reconocido por quienes llevan muchos años trabajando allí. Una de esas personas es María Eugenia Trujillo, propietaria del famoso ‘tronquito’ de helados que lleva más de 40 años en ese lugar.
La mujer recordó que desde cuando ella era joven conocía a Jorge Sierra, pues era amigo de su padre, quien era el encargado de atender el negocio.
“Aquí en el parque llegaban muchos fotógrafos, pero de todos los que había el que ha quedado es él. Viene todos los días, de pronto un día a la semana no lo hace, pero es muy raro que eso pase. Es algo de admirar porque hoy en día la constancia es algo que no se ve y más en alguien con tan avanzada edad y que siga con esa vitalidad”, destacó María Eugenia.
Una foto en redes lo puso nuevamente en el radar de los barranquilleros
Jorge Sierra a sus 84 años de edad se siente con la vitalidad y las ganas suficientes para seguir trabajando, aclaró no tener ninguna enfermedad o condición que le impida seguir tomando fotos, esto a raíz de una información que salió en las redes sociales durante los últimos días.
El hombre contó que en días anteriores una señora llegó hasta el parque y le solicitó que le tomara una foto a su hijo y una familiar para luego entregársela en su vivienda. Al momento de Sierra entregarle la tarjeta a la mujer, esta le pidió permiso para tomarle una foto para publicarla en un grupo de amigas para que se tomaran fotos.
“A raíz de eso me han hecho muchas llamadas, me dicen que salgo tuerto, que soy un viejito muerto de hambre, que soy pordiosero, yo no soy nada de eso; yo trabajo, mi trabajo es la fotografía y le tomo fotos a la gente que viene a buscarme. Las tomo en matrimonios, cumpleaños y quinceañeros, ese es mi trabajo y yo vivo de eso. No soy muerto de hambre”, aseguró.
Ante esto su hija Vicky también explicó que su padre hace la labor porque le gusta, pero que sus hijos no están de acuerdo en que él esté trabajando aún y saliendo porque no tiene la necesidad de hacerlo, ya que ellos están ahí para brindarle todo lo que necesite y están pendiente de su salud.
“Le agradezco a las personas que quieren ayudar y la ayuda que le están brindando, pero no se preocupen, él tiene sus hijos que responden por él. Quienes deseen sus fotos pueden acercarse al Suri y él se las toma y se las lleva a su casa. Barranquilla tiene mucha gente buena que nos ha llamado y brindado su ayuda”, aseguró Vicky.
Por ahora Jorge Sierra seguirá asistiendo al parque para quienes deseen una postal de su visita a este lugar. “Nunca he tenido problemas con nadie, no peleo con nadie, estoy bien y por eso vengo aquí, porque gracias a Dios estoy bien, me siento tranquilo, la gente me busca, me saluda, me pide una foto y se la entrego”.