Los distintos métodos de estimulación sexual en pareja son una de las consultas que con más frecuencia nos hacen y, precisamente, una lectora nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, a mi pareja y a mí nos gustaría que nos orientara acerca de otras opciones de afrodisíacos, aparte de los más comunes”...
Querida lectora:
Seguramente ya has oído acerca de los afrodisíacos más conocidos, desde comer ostras y el famoso jugo de borojó, hasta hacerle masajes con aceite. Afortunadamente, la ciencia ha descubierto otras cosas que estimulan, que se pueden poner en práctica en tu día a día.
Péguense un susto
¡Olvídate de los paseos románticos! Si lo que quieres es ponerle picante a tu vida sexual considera realizar algún deporte extremo o ver una película de miedo. Resulta que por el bombeo de adrenalina después de estar en una situación extrema, tanto él como tú se verán más atraídos uno del otro.
Par de ‘vinitos’
Según un estudio, las mujeres que beben una copa de vino tinto al día reportan niveles de deseo sexual más altos y mayor lubricación vaginal, en comparación con aquellas que bebían cualquier otro tipo de alcohol ocasionalmente, o no bebían en absoluto.
Los investigadores deducen que los altos niveles de polifenol, un tipo de antioxidante en el vino tinto, ayuda a que los vasos sanguíneos se ensanchen, aumentando el flujo de sangre a las áreas clave de excitación.
Pero ¡ojo!, sin excesos. Se recomienda únicamente una copa al día, pues más de eso puede matar tu deseo sexual.
Cuerpo y alma
El yoga hace más que limitarse a la relajación, también puede aumentar tu libido. Según expertos en esta disciplina, ponerte en modo ‘Om’ (sobre todo con estas posturas) te familiariza con tu cuerpo, y a su vez puede ayudarte a conectarte más con tu sexualidad.
Además, como el yoga también aumenta el flujo sanguíneo puedes conseguir mejor orgasmos consiguiendo un placer más allá del placer.
Manos a la obra
Aunque entrelazar las manos puede ser dulce- ¿puede ser un afrodisíaco? Absolutamente.
“Incluso los más pequeños actos de tocar a tu pareja liberan oxitocina, una hormona que pueden aumentar la cercanía y la excitación”, asegura el Dr. Irwin Goldstein, Director de Medicina Sexual en el Hospital Alvarado de San Diego, EEUU.
El truco está en el toqueteo espontáneo, añade. Esa emoción inesperada es lo que impulsa a tu cuerpo a bombear oxitocina y otros neurotransmisores relacionados con una reacción sexual.
Al rojo vivo
Resulta que solo basta con que tu hombre se vista de rojo para encender el fuego que llevas dentro. Según un estudio de la Universidad de Rochester el color ardiente es el ideal para ponerte de ánimo.
“El rojo es una señal de poder, y eso excita a las mujeres”, explica Andrew J. Elliot, autor principal del estudio.
Así que por más loco que suene, cómprale una camiseta roja a tu chico y lo verás por ti misma.
Huele a...
Lo más probable es que si piensas en el olor del gimnasio inmediatamente mates tu libido. Pero por algún motivo el olor de tu hombre post-ejercicio no te disgusta y no, no es amor. Según el informe de un estudio el olor de su sudor puede aumentar tu nivel de cortisol -la hormona del estrés- estimulando la excitación.
Eso sí, una vez descubras que sí funciona no empieces a mandarlo todos los días al gimnasio, pues según este estudio, los hombres que se ejercitan en exceso pueden perder el deseo sexual.