El deseo sexual no es ilimitado para ninguna especie. Con el paso de los años la etapa reproductiva donde se supone las hormonas hacen de lo suyo para provocar cierto incremento en el libido va mermando.
Precisamente, al respecto un lector nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, cumplí recientemente 45 años y de un tiempo para acá he comenzado a sentir una perdida de mi apetito sexual, a pesar que mi vida íntima es plena con mi pareja, pero me preocupa que esto genere problemas en la convivencia, por lo que me gustaría saber a qué edad los hombre comienzan a perder las ganas de sexo”.
Si bien en este tema no se puede generalizar, pues cada quien siente y presenta diferentes niveles de deseo frente a lo sexual, sí es comprobado que en los hombres suelen ser más directos y activos comparado con las mujeres. Por lo que el apetito sexual parece estar con mayor frecuencia durante la vida joven y adulta.
Según mayoclinic.org el grado del declive en el deseo sexual no es igual en todos los casos, pero la mayoría de los hombres mantienen una sexualidad medianamente activa hasta bien entrados en los 60 o 70 años.
Las causas del problema
Pero hay que aclarar que la edad no es el factor absoluto para que este fenómeno se presente, pues existen otras condiciones que se vinculan con la pérdida de las ganas como la depresión y el estrés que suelen contribuir a la baja del apetito sexual en los hombres.
Estos factores negativos deben ser detectados y determinar cuáles son estos elementos que impulsan la falta de apetito, para abordarlas y así restaurar progresivamente el interés sexual.
Sin embargo, en la edad este tipo de terapias son ineficaces pues ya es un problema más físico y menos mental. El 82% de la población masculina puede experimentar disminución de testosterona a partir de los 40 años.
Es normal que con la edad, el 82% de los hombres experimenten descenso del vigor físico, deseo sexual y esto es normal si se presenta de forma paulatina.
La pérdida de la testosterona es identificable pues produce la aparición de síntomas como el insomnio, la irritabilidad, el cansancio, el aumento del perímetro de cintura, la disminución de la masa muscular y la fuerza, disminución del deseo sexual, y disfunción eréctil.