La falta de sexo es un problema que muchas personas han enfrentado alguna vez en la vida, sin que esto haya sido algo muy drástico, pero podría acarrear problemas tanto en lo anímico como en la salud, y precisamente, al respecto un curioso lector nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, hace más de un año que no tengo relaciones sexuales y quisiera saber si eso podría ser perjudicial para mi”.
No darle gusto a los deseos sexuales podría generar angustia, frustración y problemas en el organismo. No obstante, el ser humano puede vivir sin sexo, pero no puede vivir sin afectividad y contacto.
El solo pensar que una persona puede vivir sin sexo puede resultar algo complicado. Lo que no saben muchos es que varias religiones practican la abstinencia como base fundamental de sus creencias, aunque en este contexto se opta por tratar de apagar el deseo.
Lo que se pierde
Varios especialistas han señalado que la falta de apetito sexual no genera infelicidad en los seres humanos. En cambio, no tener encuentros amorosos es lo que produce problemas. Uno de las consecuencias más notorias es la falta de autoestima en muchas personas y parejas.
En un reciente estudio hecho por la Universidad de Tufts, en Massachusetts (Estados Unidos), se determinó que practicar el sexo es uno de los mejores ejercicios para beneficiar el corazón.
“El sexo genera inmunoglobulina A, un anticuerpo que ayuda a prevenir infecciones y resfriados. Pero hay más, practicarlo dos veces por semana aumenta en un 30 % los niveles de este anticuerpo”, menciona dicho estudio.
Los expertos señalan que las hormonas sexuales son claves para llevar una vida plena, puesto que son las que se encargan de intervenir en este comportamiento. Al perder la actividad sexual, estas hormonas dejan de segregar sustancias que afectan directamente el estado de ánimo y por ende, la motivación de las personas para hacer alguna acción específica.
El acto sexual además activa la liberación de sustancias como las endorfinas, que otorgan al individuo una sensación de bienestar. Incluso, es un ejercicio que brinda hormonas como la oxitocina, que desarrolla neurotransmisores en el organismo como la dopamina, que se encarga de incrementar el deseo. Perder esto podría ocasionar un problema grave de salud.
Cabe destacar que cuando la dificultad radica en la necesidad de encontrar una pareja para tener relaciones sexuales, la situación puede generar angustia, frustración y pensamientos recurrentes al tener una vida sin sexo.
Es por eso que los especialistas recomiendan tratar de equilibrar la carencia sexual por medio de una alimentación saludable, sin grasas, sin café, ni azúcares.