Para muchas personas uno de sus mayores temores al momento de casarse, es la pérdida de interés sexual que se tiene con el pasar del tiempo y precisamente al respecto una lectora nos escribió lo siguiente: “Respetado Don Juan, llevo más de un año de relación con mi pareja y decidimos contraer matrimonio, pero me preocupa que muchas de mis amigas casadas se quejan de la falta de intimidad con sus esposos y me gustaría saber qué me puede decir al respecto”.
La sexualidad es uno de los pilares fundamentales de las relaciones hoy en día, sin embargo, el temor de las parejas es cómo se dan las relaciones sexuales después de casarse y si es verdad el mito de que se llega a un punto donde ya no hay un punto de excitación con la pareja, pero ¿es cierto? Elyakim Kislev, sociólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, realizo un estudio enfocado en cómo se desarrolla la vida sexual de las parejas después del matrimonio.
En esta investigación el sociólogo analizó a 3.207 personas entre los 32 y 46 años, entre los que incluye casados, solteros, divorciados, solteros que viven separados y personas que cohabitan. Su análisis arrojó que las parejas casadas reportan los índices de autoestima sexual más bajo, mientras que el grupo con mayor satisfacción sexual fue el de parejas no casadas que viven por separado. Sin embargo, las parejas casadas no son las que muestran mayor frustración, sino las personas solteras sin pareja, pues no son frecuentes en la práctica del sexo. Aun así, este último grupo es el que tiene el autoestima más alto pues aprenden a lidiar con la soledad.
La vida conyugal agrupa condiciones más favorables para tener un vida sexual más activa. La exclusividad o la cohabitación son factores que colaboran en la práctica del sexo de forma repetitiva. Aún así, el matrimonio muestra señales que reducen el deseo como el cansancio, la pérdida de la magia o la paternidad.
Cómo encender la llama
Primero que todo, es importante establecer si no se tiene una vida sexual activa. Los expertos afirman que tener sexo nueve veces o menos en un año son relaciones asexuada. Igualmente, también se afirma que nadie puede juzgar la frecuencia con la que se tiene coito y que es algo muy personal.
Se debe entender en pareja cuáles son las razones de una baja frecuencia sexual. Es posible que la pareja entre en una discrepancia de deseo sexual, lo que significa que un miembro de la pareja no desea tener sexo tan seguido como el otro, y probablemente haga que uno de los cónyuges no sea feliz.
Los expertos están de acuerdo con que la comunicación es lo más importante, la capacidad de hablar sobre lo que les molesta o les gusta es fundamental para poder reactivar la chispa. Se sugiere que se sorprenda a su compañero o compañera con vestimentas que le parezcan sensuales, así como también hacer retiros o viajes, para poder estar sin estrés, relajar el cuerpo y descansar de la paternidad, si se tiene hijos.