Conozcan mitos y verdades de la eyaculación femenina
La creencia de que no todas las mujeres pueden tenerlo es una mentira, según Don Juan Casanova.
La sexualidad humana está rodeada de una gran cantidad de mitos que de una forma u otra afectan el desempeño y la autoestima de las personas, como le ocurre a esta lectora que nos escribió lo siguiente: “Apreciado Don Juan, algunas de mis amigas han tenido eyaculaciones femeninas al llegar al orgasmo con sus parejas; yo nunca la he logrado tener y me preocupa que no esté alcanzando a disfrutar totalmente de la sexualidad con mi pareja, a pesar que nuestros encuentro íntimos son muy candentes”.
Tenemos años escuchando sobre el Punto G y de su mano sobre la eyaculación femenina, también conocida por su término en inglés squirt, alimentado por la ola de porno con cientos de actrices mostrando los efluvios expulsados desde su uretra, lo ha creado un montón de mitos, como que es la máxima expresión del clímax, y que la que no la haya sentido anda en pañales. Sin contar, por supuesto, con que a todo hombre también se le vendió la idea,tanto como fantasía a cumplir como que, para considerarse que ‘sabía mover el asunto’, debía ser capaz de hacer eyacular a una mujer.
Sin embargo, los últimos hallazgos de la ciencia develaron su misterio, comenzando con que el Punto G no existe. En la década de los 80, el famoso libro El Punto G y otros descubrimientos sobre la sexualidad humana, de la sexóloga Beverly Whipple y un par de coautores, puso la idea del ‘Punto de Gräffenberg’ al alcance de millones de personas en el mundo.
Pero en 1993, junto con el patólogo forense Milan Zaviacic, Whipple publicó un artículo que desdecía al ahora famoso punto. Hablaban de una próstata femenina y no de un lugarcito misterioso en un sitio exacto, así que ese descubrimiento no era más quelas glándulas parauretrales, que todas las mujeres poseen.
Estas glándulas, que se localizan en la cúpula de la vagina, se encuentran alrededor de uno de los bordes de la uretra, sirven para lubricarla y desembocan en los costados del orificio por donde sale la orina, por ello, es la vía por la que surge el squirt y no por la vagina como algunas mujeres piensan; eso sí, al parecer le ocurre a todas, aunque en algunas no se enteren, pues la cosa es que esa eyaculación puede o no ser expulsiva, debido a un asunto netamente anatómico, el tamaño de los orificios de las glándulas parauretrales y sus células excretoras.
Así que recuerden, la eyaculación femenina sí es un modo de expresión del orgasmo, pero no una intensificación del mismo.
LA BÚSQUEDA DEL PLACER
La clave está en el autoconocimiento; los orgasmos de cada mujer son como huellas digitales y no se pueden definir por ser totalmente subjetivos. Por eso, pretender que todas experimentan o expresan el orgasmo de la misma manera es imposible.
Por esto, deben encontrar maneras de estimular y descubrir nuevas vías para llegar al orgasmo, pero no olvidemos que es una variable, no hay reglas irrefutables que lo hagan más extenso, fuerte, o tenga la misma expresión todas y cada una de las veces.