Alcanzar el placer a través del dolor es una práctica sexual conocida como BDSM (Sigla para Bondage, Dominación, Sadismo y Masoquismo). Sobre esto, un curioso lector nos consultó lo siguiente: “Apreciado Don Juan, hace unos días mi pareja me propuso que experimentáramos algunos juegos sexuales de humillación y sadomasoquismo, pero me da miedo causarle algún daño, pues nunca he tenido este tipo de experiencias”. Si bien esta práctica sexual es catalogada como una parafilia, los especialistas solo la clasifican como un trastorno si produce estrés o perjudica la vida de quienes lo realizan.
Es verdad que el sadomasoquismo es una práctica sexual que utiliza el dolor y la dominación para conseguir placer, pero siempre y cuando se reconozcan los límites, no tiene nada de malo experimentarlo.
INTÉNTALO, PERO CON SEGURIDAD
Para que esto no te genere daños, te explicaremos las bases del sadomasoquismo y cómo practicarlo de manera segura.
Lo primero que se debe tener en cuenta, es que las personas que expresan su sexualidad de esta manera no salieron de ver la película de las ‘Cincuenta sombras de Grey’, fueron a una tienda de artículos sexuales y compraron látigos, cuerdas y esposas, pues estas personas han estudiado sus comportamientos y fantasías sexuales, al igual de la manera como quieren ser dominados o dominar a su pareja.
Con pleno conocimiento de tus límites sexuales, la clave para una práctica segura de esta expresión sexual es ponerte de acuerdo con tu pareja hasta donde están dispuestos a llegar, recordando siempre que si alguna de las partes no quiere continuar, deben detenerse inmediatamente, pues esta debe ser una práctica consensuada.
Al no tener experiencias en este tipo de actividades eróticas, es recomendable que comiencen por lo básico, atarse, una que otra nalgada, y poco a poco experimentar, pero con límites establecidos. Algunas personas solamente necesitan una nalgada para sentirse estimulado sexualmente.
Según el psiquiatra Neel Burton, autor del libro ‘El significado de la locura’, cuando el sadomasoquismo se practica de manera consensual, la imposición o recepción del dolor o humillación sirven para mejorar el placer sexual.
“La imposición de dolor se usa para incitar el placer sexual, mientras que la simulación de violencia sirve para formar y expresar el apego”, indica Burton.
Finalmente, lo esencial, es que no confundas el sadomasoquismo con actos de agresión sexual. Quienes lo practican buscan el dolor y la humillación en el contexto del amor y el sexo, no lo hacen en otras situaciones y no practican la violencia simple, sin restricciones.