El desplome parcial de un edificio residencial en el barrio Campo Alegre, Barranquilla, dejó al menos cinco personas lesionadas, incluyendo cuatro menores de edad.
La edificación, desocupada oficialmente hace años por riesgos estructurales, estaba siendo ocupada nuevamente por algunas familias.
Autoridades y comunidad trabajan en el rescate de una mujer atrapada bajo los escombros, mientras investigan las causas del colapso.
Momentos de angustia vivieron en la tarde de este jueves los habitantes del barrio Campo Alegre, en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla, luego de que parte de un edificio del conjunto residencial Privilegios se desplomara y varias personas quedaran atrapadas bajo los escombros.
Uno de los vecinos que ayudó al rescate de tres menores de edad, quienes fueron trasladados a un centro asistencial tras ser sacados de los escombros, contó a AL DÍAcómo se registró la emergencia.
“Ahí viven varias familias, pero gracias a Dios nada más se encontraba una (en el edificio), que era la abuela con los (tres) nietos: dos muchachas y un niño. Gracias a Dios no estaban en el primer piso, sino como en el cuarto, eso hizo que no quedaran más abajo de los escombros. Muy triste por lo que pasó”, dijo el hombre.
Relató que en el momento del desplome de la edificación él se estaba alistando para salir de su vivienda, pero sus planes cambiaron drásticamente cuando se percató de que varias vidas corrían peligro.
“Yo estaba en mi casa, ya me estaba listando para salir a arreglar mi cicla y escuché un explosión muy fuerte, muy fuerte. Me asusté y vi que toda la comunidad empezó a salir, gritaban y decían que había gente atrapada. Obviamente me dio tristeza, me vine a poner mis botas y enseguida fui a ayudar a los vecinos míos”, agregó.
Mientras llegaban los uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla y el cuerpo de bomberos, los vecinos comenzaron a remover escombros para rescatar a los menores y la mujer.
“Logramos rescatar a tres: dos niñas y un niño. La segunda niña creo que sí tuvo daños, daños que lamentablemente me imagino que ahora mismo la deberían estar operando”, lamentó, aunque resaltó que “gracias a Dios no perdieron la vida, solamente son daños”.
“Son accidentes, son cosas que pasan. Claro que la gente de acá ya más o menos estaba consciente de que esto podía suceder en cualquier momento”, dijo el hombre en referencia a las afectaciones en la infraestructura del edificio residencial.