De acuerdo con un funcionario del ente, un equipo de la Defensoría de Familia que fue designado por Benjamín Collante, director regional, tuvo conocimiento de lo anterior y dio cita a la mujer, quien sería una indígena wayuu de nacionalidad venezolana.
Se pudo conocer que la autoridad procedió de esa manera, debido a que, aparentemente, la presunta mamá de Jerónimo (bautizado así por quienes lo encontraron) alegaba, junto a su abogada, que quería recuperar al niño, debido a que sufrió un supuesto episodio de estrés post-parto, y esto la habría llevado, al parecer, a cometer tal acto.
Por ello, la Defensoría de Familia comenzó un proceso para tratar de establecer si esta persona sí sería la progenitora del pequeño, mismo que fue dejado a su suerte en la calle 93 con carrera 71.
Cabe recordar que al bebé le fue asignado una madre sustituta y quedó bajo el amparo del ICBF, cuyas dependencias iniciaron el restablecimiento de sus derechos.
Vale mencionar que un proceso de restablecimiento, según el ente, puede durar unos seis meses en los que tratan de ubicar a familiares de los menores que sean dignos de adquirir sus potestades. De lo contrario, el niño, niña o adolescente entrará en un proceso de adopción.
Finalmente, sobre Jerónimo se conoció que seguirá en el Hospital Niño Jesús, donde nació el domingo pasado y al mismo que fue llevado tras ser encontrado, y luego pasará al hogar sustituto.