“Capturada por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones”, así detalló la Policía Metropolitana de Barranquilla en una breve reseña del procedimiento que se adelantó el viernes 7 de octubre en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz contra la cantante de música vallenata Natalia Curvelo Escobar, quien hoy vive un duelo tras la muerte de su hermano y su estilista personal, las dos víctimas fatales de un accidente de tránsito.
Curvelo estaba lista para abordar un vuelo que la llevaría a la capital de Antioquia, donde tenía programada una presentación musical.
Sin embargo, cuando estaba en la sala de abordaje de la terminal aérea, uniformados de la institución armada, en medio de labores de control y registro de personas, ordenaron el paso de la artista por el servicio de scanner y, de esta manera, se le halló el arma de fuego entre sus pertenencias.
La cantante de 19 años de edad, debió ser conducida hasta las instalaciones de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía en Soledad para su judicialización, pero luego de eso, hacia las 3:55 p.m., tal y como quedó consignado en el libro de registros de la URI, se le ordenó su libertad porque el arma no estaba “apta para disparar”.
Empero, este medio conoció que el ente investigador indaga sobre algunas fallas en el procedimiento, en sentido de que todo se hizo en tiempo récord, incluso el análisis del elemento incautado.
Horas después de ese acto adelantado en Soledad, la cantante Natalia Curvelo apareció en redes sociales lamentando el fallecimiento de su hermano Alfredo y de Gustavo Rodríguez, quienes hacían parte de su equipo de músicos y colaboradores que resultó envuelto en un accidente de tránsito en la vía Cisneros-Barbosa.