Uno de los casos más recientes ha causado especial indignación porque el conductor del vehículo que protagonizó los sucesos, pese a ser menor de edad, contaba con una licencia de conducir que había sido emitida en una academia de conducción en la que, al parecer, los procesos de formación no serían "eficaces".
Esto se descubrió gracias a un agente encubierto de la Policía, quien se hizo pasar por cliente para conocer más a fondo cómo eran los procesos de enseñanza de una escuela de conducción en Popayán.
La institución inició sus pesquisas por la sospecha de que en el lugar se entregaban licencias sin poner a prueba a los conductores, pero al ir más a fondo, se descubrió que todo el lugar era una fachada para la generación de documentos ilegales.
“Un menor de edad que sufrió un accidente y vamos a ver la licencia de conducción que tenía esta persona y resulta que es una licencia falsa. Entonces, allí esta academia está faltando y ocasionando que en las vías nacionales se produzcan muchos accidentes por estas malas prácticas con las licencias de conducción”, reveló el coronel Lamprea.
En el sitio se capturaron a nueve trabajadores. Los investigadores tratan de establecer si en esta academia habrían entregado la licencia de conducción a un menor de edad que resultó envuelto en un grave accidente en Cali.