Janeth Barrios llora la partida de su nieto, el soldado Anderson Steven Bohórquez Ospina, oriundo de Barranquilla.
A sus 20 años, Anderson fue uno de los jóvenes que murieron en la emboscada perpetrada por disidencias de las Farc en una zona rural del Guaviare.
En conversación con AL DÍA, Janeth expresó con profunda tristeza que Anderson no merecía un final tan brutal. Lo recuerda como un muchacho centrado en su hogar, cuya mayor alegría era compartir los momentos libres con su familia.
"Él era un muchacho muy tranquilo, muy de la casa", relató Janeth con voz entrecortada. "Si iba a tomar algo o lo invitaban, prefería decir: 'No, yo mejor pido una salchipapa y comemos aquí entre nosotros'".
Esta simple anécdota pinta el retrato de un joven más interesado en el afecto familiar que en la vida social exterior.
La devastadora noticia llegó a través de una llamada telefónica que recibió hacia las 5:30 de la tarde.
"Me dijeron que lo habían matado en una emboscada", recordó entre lágrimas. Los mensajes que intentó enviarle después quedaron sin respuesta; Anderson ya no estaba.
Janeth reveló que el anhelo de Anderson por vestir el uniforme militar venía desde la infancia.
Era un sueño inquebrantable. "Tenía tantos sueños y siempre decía: 'Yo quiero servir a la patria'", comentó Janeth, recordando cómo intentó persuadirlo con otras opciones como mecánica o diseño. Pero la respuesta de su nieto era siempre la misma y firme: "'No mami, yo voy es a servir a la Patria, yo voy a ser soldado'".
La última vez que hablaron por teléfono, Anderson sonaba cansado pero optimista. Le contó a su abuela que estaban de regreso y que la fecha para su permiso en Barranquilla estaba cerca, programada para el 2 de mayo.
"Me dijo: 'Mami, ya vamos bajando... estoy cansado, tengo las piernas peladas mami porque vengo cansado, pero ya venimos bajando. Ya el 2 estoy allá en Barranquilla para compartir con ustedes, darles lo que ustedes quieran'".
Eran las palabras de un joven pensando en reencontrarse con los suyos, un reencuentro que la violencia le arrebató. Janeth lo describe como un muchacho "muy bueno", siempre pendiente de todos en la familia.
Desde el dolor de su pérdida, Janeth Barrios no ocultó su indignación ante la persistente violencia de los grupos armados contra la Fuerza Pública.
Criticó duramente la situación de seguridad y cuestionó los resultados de los esfuerzos de paz impulsados por el gobierno.
"Es horrible todo lo que está haciendo la guerrilla con los militares y los policías", lamentó. "No merecía morir de esa forma. El presidente... la paz de él no fue nada, el cambio no sirvió para nada", concluyó, reflejando la frustración que la muerte de su nieto ha avivado en su corazón.