Chrystul Kizer, mujer de Milwaukee, fue sentenciada a 11 años de prisión por la muerte de un hombre en 2018.
Kizer alegó que la víctima la había traficado sexualmente cuando era adolescente.
La sentencia se dictó tras la aceptación de Kizer de un cargo reducido de homicidio imprudente.
A 11 años de prisión fue condenada en las últimas horas una mujer en Estados Unidos, identificada como Chrystul Kizer, quien en el año 2018 asesinó a un hombre que, de acuerdo con su testimonio, traficó sexualmente con ella y también la abusó en su adolescencia.
La condena fue confirmada por un juzgado de Kenosha, en Milwaukee, luego de que ella también se declarara culpable de un cargo reducido de homicidio imprudente.
El caso ha tenido especial revuelo debido a que Chrystul Kizer es una mujer culo color de piel es negro mientras que el hombre era blanco, por lo que una presunta motivación de "descontento racial" siempre estuvo presente, pero fue desestimado una vez la joven explicó al juez sus razones para emprender el crimen.
Cómo fue el crimen de Chrystul Kizer
Todo ocurrió en el año 2018, cuando ella tenía 17 años. La versión recopilada por las autoridades apuntó que la joven le disparó a Randall Volar, de 34 años, quien se encontraba en el interior de su vivienda.
Tras el asesinato, la joven incendió la vivienda y robó un auto de la marca BMW que era pertenencia del sujeto. Fue detenida poco tiempo después.
Cuando las autoridades dieron con su paradero, Kizer fue acusada de cargos que incluían incluido homicidio intencional en primer grado, incendio provocado, robo de automóviles y ser una delincuente en posesión de un arma de fuego.
Hoy con 24 años, y siguiendo el consejo de sus abogados, la joven decidió declararse culpable de homicidio imprudente en segundo grado.
De este modo, evitó que el juicio fuera para buscarle una posible cadena perpetua por sus crímenes.
Los abusos perpetrados por Randall Volar
En las audiencias, la joven explicó al juez y a los jurados que Volar la utilizó con fines de comercialización de contenido sexual. En sus palabras, Chrystul Kizer aseguró que el hombre abía abusado de ella, la filmaba en escenas sexuales y luego hacía que se prostituyera desde el año anterior a su muerte.
Las versiones de la joven no fueron desestimadas pues, a pesar del incendio, desde el pasado Randall Volar era investigado porque en su vivienda se habían encontrado grabaciones de abusos sexuales de menores de edad, especialmente de raza de piel negro.
De acuerdo con medios norteamericanos, “sus abogados argumentaron que Kizer no podía ser considerada penalmente responsable de la muerte de Volar, en virtud de una ley estatal de 2008 que absuelve a las víctimas de trata sexual de “cualquier delito cometido como resultado directo” de haber sido objeto de trata”, según se lee en un artículo de Univisión.