Momento en que el ladrón entra y cuando toma al rehén
Momento en que el ladrón entra y cuando toma al rehénCapturas de pantalla
¿Qué Pasa?

Ladrón de barbería en Boston tomó a un rehén para lograr crimen

El registro desde diferentes ángulos muestra cómo fue el proceder del ladrón, de quien se ha conocido el rostro, pero cuya identidad sigue sin ser establecida.

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  • Un ladrón ingresó a una barbería en Barranquilla, simulando hablar por redes sociales, para luego desenfundar un arma de fuego y perpetrar un robo.

  • El sujeto estuvo observando la cuadra y las entradas del establecimiento, como se evidencia en las cámaras de seguridad, antes de cometer el delito en la carrera 41 con calle 69D.

  • Tras el robo, el ladrón tomó a un hombre como rehén y lo amenazó a pocos centímetros del rostro, obligando al resto de los presentes a seguir sus órdenes.

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En una tarde aparentemente tranquila en el barrio Boston de Barranquilla, un hecho de violencia irrumpió en una barbería, dejando a los presentes atónitos y en estado de alerta.

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El ladrón, actuando con sigilo y sin levantar sospechas, ingresó al establecimiento mientras aparentaba mantener una conversación por redes sociales.

Los minutos previos al asalto fueron captados por una cámara de seguridad, revelando la meticulosa preparación del delincuente.

Este había estado merodeando la cuadra frontal de la barbería, observando detenidamente quiénes entraban y salían, como si estuviera calculando el momento preciso para actuar.

La cámara de seguridad y la toma del rehén

La tecnología, en este caso, ha sido una herramienta invaluable para reconstruir los detalles de este crimen. El lugar del suceso fue la carrera 41 con calle 69D, donde el ladrón encontró la oportunidad de actuar al percatarse de que no había una larga espera de clientes.

El momento de la verdad llegó de manera abrupta. Sin previo aviso, el sujeto desenfundó un arma de fuego y apuntó amenazadoramente a los presentes, exigiendo dinero en efectivo y objetos de valor. Desde billetes hasta joyas, el ladrón no titubeó en tomar lo que no le pertenecía.

Lo más inquietante, según las imágenes de la cámara de seguridad, fue el momento en que el delincuente tomó a un hombre como rehén para asegurarse de que sus órdenes fueran cumplidas. Apuntando a centímetros del rostro de su cautivo, el criminal demostró una frialdad perturbadora.

Con rapidez y sin mostrar piedad, obligó a los presentes a dirigirse hacia el fondo del establecimiento, instándolos a evitar cualquier movimiento brusco que pudiera desencadenar una respuesta violenta. El temor era palpable en el ambiente, mientras las personas obedecían con cautela las indicaciones del ladrón.

Finalmente, tras consumar su acto delictivo, el sujeto abandonó la barbería y se perdió en las calles, dejando a su paso el desconcierto y la incertidumbre.