Estas son las escalofriantes cifras de abuso contra menores en Barranquilla y el Atlántico

Los casos de abusos y actos sexuales contra menores de edad siguen siendo un flagelo para el país, así como para Barranquilla, su área metropolitana y el departamento del Atlántico. Incluso las cifras que llevan las autoridades podían estar por debajo de la verdadera estadística, esa que no se conoce y tal vez nunca se conocerá porque muchos actos no son denunciados por miedo, amenazas, intimidaciones o retaliaciones.

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Pese a las campañas de prevención que se realizan permanentemente por diferentes entidades del Estado, cuyo objetivo es la prevención, los victimarios siguen haciendo de las suyas, por lo general, en un entorno que no está lejos de sus víctimas.

Casualmente el fin de semana anterior, en vísperas de la Semana Mayor, fue divulgado por las autoridades un aberrante caso de abuso del que fue víctima un niño de 4 años y, según las investigaciones, su madre sería la responsable.

Sin embargo, para muchas personas todavía están latentes casos como el del exconcejal de Puerto Colombia que fue detenido por supuestos actos sexuales con una menor de 14 años, o el del taxista de 57 años del barrio Simón Bolívar, en Barranquilla, capturado en enero por acceso carnal violento del que resultó víctima un niño de 11 años.

De acuerdo con registros de la Unidad de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en la actualidad, existe una vigilancia permanente sobre los niños en la jurisdicción de operación, teniendo en cuenta que en 2022 se cerró con 537 casos de niños y niñas abusados, por los cuales se produjeron 26 capturas. Y en lo que va corrido de 2023 se han registrado 75 casos, para un total de más de 20 capturas por este delito. Según la fuente, se presenta una reducción del 32 % con relación a la fecha en 2022.

No obstante, en el departamento del Atlántico la cifra del año anterior es distinta, pues, según datos entregados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, el año anterior abrieron 1.137 procesos administrativos de restablecimiento de derechos por violencia sexual en este Departamento. Y a corte de febrero de 2023 van 127 procesos por violencia sexual contra menores.

A nivel nacional, más de 15.000 menores de edad fueron víctimas de presunto abuso sexual en 2022, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Esta cifra representa un aumento del 23 % sobre los hechos registrados durante 2021 en el país. El instituto detalla que en la cifra del año anterior  8.430 menores, entre los 10 y 14 años, fueron los más afectados.

Las diferentes fuentes consultadas por AL DÍA coinciden en que la mayoría de los casos de abusos se realizan en entornos cercanos a la víctima, donde siempre los involucrados son familiares, cuidadores, o personas que tienen algún contacto estrecho con los menores.

Para el coronel de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Óscar Olarte, jefe de la Unidad de Infancia y Adolescencia, se está realizando un trabajo articulado en pro de ser garante del restablecimiento de derecho de las víctimas, pero recalca que se necesita algo más de compromiso por parte de los actores involucrados.

 “La ruta se ve interrumpida en algunos casos que suceden en horas de la noche o los fines de semana, pues cuando se presenta el hecho y el menor es valorado en un centro médico debería ser acogido por el ICBF o una comisaría de familia. Pero es aquí donde la ruta se ve interrumpida porque estas entidades no trabajan 24 horas, por lo que en muchas ocasiones el menor víctima es dado de alta en un centro asistencial y regresado justamente a casa, al mismo lugar donde comúnmente está el victimario”, expresa Olarte.

Sin embargo, el director de la Regional Atlántico del ICBF, Benjamín Collante, en diálogo con este medio, señala que hoy se trabaja sin mayor dificultad con los defensores de familia asignados para el Departamento del Atlántico.

“Nuestros Defensores de familia están atentos 24/7 durante todo el tiempo, no solamente en la festividades religiosas, folclóricas o de naturaleza festiva. Nosotros contamos con 51 defensores de familia distribuidos en todo el departamento del Atlántico y en Barranquilla, por supuesto, tenemos más de 30 defensorías trabajando de manera articulada con todas las entidades principalmente con las de salud.  Esto porque salud es la primera institución que se activa cuando tenemos un caso de abuso hacia un niño o donde haya una vulneración clara de los derechos”, aclara el director.

Además dice que desde la semana pasada se definieron turnos de las defensorías y detalla que solo en el lapso “tuvimos cinco casos de vulneración de derechos, que no era violencia de tipo sexual, y con la colaboración de la Policía Nacional desplazamos varias unidades para proteger los derechos de los menores”, entre esos, según Collante, los de un niño que fue fotografiado con armas en el sector de Las Gardenias.

Otras fuentes de abuso

La institución armada, a través del programa ‘Abre tus Ojos’, busca prevenir el abuso sexual infantil, el maltrato físico o emocional, así como la explotación de niños y niñas, y cualquier problemática que afecte a la infancia, precisamente a través de estas actividades han podido identificar casos de abusos en niños y han dado captura a los agresores.

Muestra de ello fue el operativo realizado a finales del año anterior cuando uniformados de la Policía, funcionarios de Migración Colombia y detectives del CTI de la Fiscalía detuvieron a tres mujeres involucradas en el manejo de una red de explotación sexual de menores de edad, entre los 14 y 17 años, que funcionaba en una vivienda ubicada en la calle 42 con carrera  39, cercana al Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, en el Centro de la capital del Atlántico. Las capturadas eran supuestas integrantes de la red de explotación sexual llamada ‘Los Clientes’.

Las autoridades informaron que la investigación se inició a mitad de año tras la denuncia de personas que laboran en la zona, pues fueron estas quienes dieron aviso a las autoridades en mención sobre el negocio que se manejaba en el sitio y, sumado a ello, manifestaron que en el mismo lugar también había un expendio de sustancias alucinógenas.