Un hombre de 28 años fue sentenciado a un mes de prisión suspendida por entrar en casas para oler zapatos en Sindos, Grecia.
El acusado fue detenido tras ser sorprendido en la madrugada por un vecino, repitiendo un comportamiento que había ocurrido al menos tres veces.
El tribunal ordenó terapia para el hombre, con el fin de abordar su comportamiento, priorizando la rehabilitación sobre el castigo.
Un mes será el tiempo que un hombre de 28 años de edad deberá estar tras las rejas de una prisión en Grecia por un delito, por lo menos, extraño: ingresar a casa de sus viviendas para olfatear sus zapatos a escondidas.
Durante su comparecencia ante el tribunal de Salónica, el hombre reconoció la naturaleza inusual de sus acciones, pero expresó su incapacidad para explicar su conducta.
Así las cosas, según sus palabras, se sentía "profundamente avergonzado" y aseguró que "nunca fue su intención violar la ley ni causar daño a nadie".
A pesar de la incomodidad que generaron sus visitas nocturnas, los vecinos confirmaron que el hombre no mostró comportamientos violentos o amenazantes.
Sentencia centrada en la rehabilitación
El tribunal dictó una sentencia suspendida de un mes de prisión, condicionada a que el acusado cumpla con una medida adicional: asistencia a sesiones de terapia.
Esta decisión refleja un enfoque del sistema judicial más centrado en la rehabilitación del individuo que en el castigo, considerando la naturaleza del comportamiento que llevó al hombre a cometer estas acciones.
Terapia como medida correctiva
El tribunal ordenó que el hombre inicie un proceso terapéutico, como parte de la sentencia.
Las autoridades judiciales subrayaron la importancia de que el hombre cumpla con estas sesiones como parte de la suspensión de su condena.