Jan Carlos Villazón Alcázar, de 25 años, fue hallado sin vida con signos de tortura en Soledad.
Familiares afirman que fue llamado para unas diligencias antes de desaparecer.
No hay indicios que lo vinculen a actividades criminales; murió por impactos de bala y apuñalamientos.
Hallan sin vida a joven con signos de tortura en Soledad
Con lágrimas en los ojos y aún sin creer que su ser querido partió de este mundo, la abuela de Jan Carlos Villazón Alcázar se encontraba a las afueras de Medicina Legal totalmente desconsolada. Su nieto de 25 años fue hallado sin vida y con signos de tortura en la mañana del martes, en un sector conocido como El Pasito, cercano al aserradero del municipio de Soledad.
En su relato aseguró que fue una llamada la que propició que saliera de su hogar antes de ser asesinado, aunque el fallecido no tenía muchas ganas de hacer las aparentes diligencias para las que lo solicitaron.
“La verdad no sé qué pasó. Iba saliendo para hacer unas compras cuando me llaman a decirme que lo habían encontrado muerto (Jan Carlos). Se me hizo nada el corazón. Me enteré por mi hija, ya me había dicho que estaba perdido desde el lunes. La mamá fue la primera que empezó a buscarlo por todos lados con su foto, pero nadie dio razón de él”, dijo inicialmente con gran tristeza.
“El pálpito de mamá le decía que le había pasado algo, por eso fue que salió a buscarlo. A él lo llamaron, pero no quería salir porque estaba con la mujer. Le bajó el sonido al celular y dijo que tenía que hacer una vuelta. Se perdió todo ese lunes”, indicó la allegada.
La abuela, quien pidió no ser identificada, le confirmó a este medio de comunicación que Villazon Alcázar era barbero. Hace poco compró todos los objetos necesarios para poder hacer su labor a las afueras de su vivienda. Es por ello que sus familiares se encuentran consternados con su muerte, más por el cartel que fue dejado a su lado en el que lo trataban como “ratero” y “extorsionista”.
“Se me hace raro, él era un niño sano. Nunca habló de amenazas, todo lo hacía callado. La última vez que lo vi fue el sábado. Le dije que me regalara para los pasajes y me dio unas monedas. Cuídate mijo, yo te quiero mucho, le llegué a susurrar, solo me respondió que me relajara, que me quedara quieta. Le di un beso en el cuello y me abrazó”, finalizó.
No hay indicios que vinculen al hoy occiso con alguna estructura criminal de la ciudad. Tampoco registra anotaciones judiciales en el Sistema Penal Oral Acusatorio, Spoa.
Los primeros reportes médicos arrojaron que Jan recibió dos impactos de bala, uno en el hombro derecho y otro en la cabeza. De igual manera, fue apuñalado en por lo menos cinco ocasiones en su cuello.
Hasta el momento no se conocen los móviles que propiciaron este homicidio, ni las personas que lo llevaron a cabo.