En 1969, cuando el denominado ‘Macho de América’ tenía 31 años, se presentó por única vez al Festival Vallenato. Por ese entonces ya acumulaba 11 años de trayectoria con Los Corraleros de Majagual y se sentía seguro de que podía hacer historia.
Sin embargo, no ocupó una posición destacada, pero fue aclamado por el público; ganándose el sobrenombre de ‘El Rey sin corona’.
En 1975 se volvió a presentar, ocupando el segundo lugar. “Me presenté con mi propia puya (‘La puya Upa ja’), el son ‘Desde que te fuiste Rafa’, el paseo ‘Canta vallenato’ y el merengue ‘El viejo Miguel’; pero para el jurado no fui el mejor y eso generó un descontento muy grande, no solo en mí, sino también en mis seguidores, quienes lloraban por el fallo en la final que disputé ante Colacho Mendoza, quien nos ganaría a Andrés Landero, Alfredo Gutiérrez y a mí”, contó Meza en 2018 a esta casa editorial tras ser homenajeado por Carlos Vives en pleno Festival Vallenato, quien le puso una corona en señal de reconocimiento a sus aportes a este folclor.
En esa misma entrevista Meza reconoció que no necesito de un título para abrirse paso en la música. “Vislumbré que el vallenato era más que los cuatro aires tradicionales y creé mi estilo. Hice una salsa en acordeón ‘Entre rejas’, luego ‘El Guayabo de la Y’, ‘Juventud flaca y loca’, y ‘Baracunatana’, que es otra salsita en acordeón. Yo fui el creador del cumbión con el tema ‘Las tapas’ y también del estilo con el que se toca el bajo en el vallenato. Así que yo he hecho muchos aportes al vallenato y por eso me comenzaron a llamar ‘El Rey sin Corona’, aunque realmente nunca me hizo falta el título de Rey Vallenato”.
Lisandro, que en 1978 fue galardonado como Rey Sabanero del Acordeón en Sincelejo, reveló que su escuela musical estuvo inspirada en Emiliano Zuleta Baquero y Lorenzo Morales, y le fue enseñada por el fallecido juglar Pedro Socarrás.
“Mis notas son vallenatas, aunque al principio los ortodoxos del vallenato hayan dicho que los sabaneros no servíamos para hacer esta música. He logrado mucho con esta y la he llevado por muchos rincones del planeta donde jamás habían escuchado un acordeón como Luanda (Angola), donde estuve en 2001, así que mi mensaje es claro, todo el que trabaje en pro de nuestro folclor merece ser reconocido a lo grande, llámese Carlos Vives, los hermanos Zuleta o Lisandro Meza”.