Capturan en Cali al exparamilitar Saúl Severini Caballero
El hombre, vinculado con el Frente Pivijay del Bloque Norte de las AUC, será presentado ante un juez de control de garantías.
La Dijín de la Policía Nacional confirmó este miércoles 3 de septiembre la detención en Cali de Saúl Alfonso Severini Caballero, exparamilitar y ganadero del Magdalena, señalado por la Fiscalía de integrar el temible Frente Pivijay del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Las autoridades informaron que, tras su captura, el hombre de unos 60 años será presentado ante un juez para legalizar los procedimientos.
Su rol en el Frente Pivijay
Severini, conocido como alias Camilo, fue señalado en mayo de 1999 de promover la llegada de las AUC al municipio de Pivijay, reuniéndose con Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. Allí, en representación de ganaderos de la zona, pidió presencia paramilitar para enfrentar a la subversión y a la delincuencia común.
De esa alianza surgió el Frente Pivijay, que bajo el mando de alias Augusto inició con 20 hombres y que luego fue responsable de al menos 135 hechos de violencia, entre ellos la masacre de Nueva Venecia (2000), la de Guáimaro (2000) y desplazamientos masivos en varias poblaciones del Magdalena.
Procesos en su contra
La Fiscalía lo vinculó a delitos como homicidio agravado, concierto para delinquir y desplazamiento forzado.
Tras la desmovilización de 2006, fue capturado con armas en Pivijay, pero el proceso precluyó. En 2020, el Juzgado Once Penal del Circuito Especializado de Bogotá lo condenó a 400 meses de prisión por el asesinato de Ledys Marina Pertúz Montero, ocurrido en la vía Salamina–Pivijay en 2002, crimen que según el expediente fue cometido por orden suya.
Señalamientos recientes En 2023, el Tribunal Superior de Barranquilla ordenó investigar a 40 personas señaladas por exparamilitares de ordenar homicidios y desapariciones en el Magdalena. Entre ellos figuró Severini, acusado de ser responsable de la mayoría de asesinatos en el área del Frente Pivijay. Ese mismo año, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le exigió aportar verdad como condición para evaluar su sometimiento, pero no cumplió.
Discusión por un balón terminó en el asesinato de un joven en Bogotá
