Dramáticas imágenes de un joven enganchado por el abdomen en la reja de una residencia, tras chocar violentamente en la motocicleta que conducía, contra otra moto; circula desde la tarde del sábado en redes sociales y por mensajería instantánea Whatsapp. A un lado del hombre engarzado en la reja metálica, tirada en el piso, aparece una joven con ambas piernas fracturadas e intensas muestras de dolor.
La historia del caso la contó ayer la Policía Metropolitana. Los dos heridos hacían parte de un grupo de cuatro jóvenes que se movilizaban en dos motos, y que eran perseguidos por personal del Escuadrón Motorizado de la Policía.
En horas de la tarde del pasado sábado la Policía fue alertada por un grupo de personas que participan de un sepelio en el cementerio católico Calancala, calle 51 con carrera 31, sobre el comportamiento sospechoso de cuatro jóvenes, entre ellos una mujer, los cuales se desplazaban en motos.
Al llamado acudieron varias patrullas que identificaron a estas personas.
Al ser requeridas para identificación y requisa los cuatro emprendieron la huida a toda velocidad en ambas motocicletas.
Los policiales iniciaron inmediatamente la persecución de los sujetos.
Las escenas quedaron grabadas en diferentes cámaras de seguridad de la ciudad. Tras un recorrido intenso, como se ve en películas, en la calle 72 con carrera 23 sobrevino la tragedia.
Dos de los motociclistas que se desplazaban a alta velocidad no atendieron la señal pare, y chocaron contra otra motocicleta que cruzaba la intersección.
Como resultado, el conductor de la motocicleta perseguida por la Policía dio un salto impresionante tras el impacto, cayendo incrustado por el abdomen en la reja de la casa de esa esquina.
La joven parrillera quedó tendida en el pavimento con ambas piernas fracturadas, como ya se dijo.
Los policías que los perseguían auxiliaron a los heridos y con ayuda de habitantes del sector los trasladaron a un centro asistencial.
La Policía también informó que cuadras más a delante, en la calle 70C con carrera 25B, fue capturado el parrillero de la otra motocicleta cuando trataba de escapar.
Para sorpresa de la Policía se trataba de un menor de edad, que vestía suéter color blanco, jean negro y zapatos negros con blanco. Complexión delgada, piel trigueña y cabello corto.
Al muchacho los patrulleros le encontraron en su poder un arma de fuego de fabricación artesanal, popularmente llamada “chopo”.
El joven, de 17 años, fue trasladado hasta las instalaciones de Cespa a disposición de las autoridades competentes.