Vea usted: los tres escoltas de la UNP que cuidaban a alias ‘5-5’
Al jefe de ‘Los Pachenca’ le seguían los pasos.
Norberto Quiroga Poveda, alias 5-5, jefe máximo de ‘los Pachenca’, tenía tres escoltas y una camioneta blindada asignada por la Unidad Nacional de Protección, pero, ¿por qué?
Pues bien, al postularse a Justicia y Paz como miembro del Bloque Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia, el Estado debía garantizar su seguridad y tras realizar los estudios necesarios, le fue asignado ese esquema teniendo en cuenta su colaboración con la justicia.
El presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores de la Seguridad, Analtraseg, denunció que a pesar de que el Estado conocía de las actuaciones delictivas de este sujeto, lo protegía. “Tres hombres armados, con chalecos antibalas, una camioneta blindada del Estado. Este señor lo que estaba haciendo era delinquiendo en esa zona, había asumido el mando de una organización delincuencial con protección del Estado”, afirmó el sindicalista.
Sin embargo, fuentes de inteligencia de la Policía dijeron a AL DÍA que el quitarle ese esquema al descubrir que era uno de los líderes de ‘los Pachenca’ significaba ponerlo en alerta de la investigación que silenciosamente se le estaba haciendo desde hacía meses y quizá hasta podía haberse escapado.
“Es una investigación que tomó bastante tiempo y se debía proteger a toda costa, por eso un movimiento como la suspensión del esquema de seguridad lo más probable es que hubiera afectado todo el proceso, porque alias 5-5 hubiera empezado a sospechar, a sentirse incómodo”, expresó la fuente, quien agregó que el Estado le brindó la seguridad cuando la necesitó y que ahora que está en poder de las autoridades lo procesará como a cualquier otro ciudadano.
“No es que la UNP o la Policía estuvieran alcahueteando la actividad delictiva de este señor, ni más faltaba. Solo que había que mover cartas para poder capturarlo y así se hizo”, explicó la fuente.
AL DÍA informó en primicia la captura de Norberto Quiroga Poveda el pasado ocho de septiembre en una casa del barrio Campo Alegre, en Barranquilla, y ese mismo día publicamos que el hombre era protegido por escoltas de la UNP.
