Tres personas, entre ellas un niño, fueron asesinadas a balazos en el marco de una confrontación armada por diferencias intraétnicas entre dos familias que habitan en la jurisdicción del municipio de Barrancas, en el centro del departamento de La Guajira.
El ataque armado que dejó un hombre herido se produjo la mañana de este lunes cuando miembros del clan Epiayú desarrollaban trabajos para reparar un tramo donde desconocidos rompieron la cerca de alambre de púas provocando que sus chivos y ovejos se salieran de su ranchería Irruaka.
Comentaron a las autoridades que estaban completamente distraídos, sumidos en el trabajo cuando fueron prácticamente emboscados por sus enemigos de la comunidad Guayabal. A los Epiayú les asesinaron un niño de 9 años que estaba acompañando a los mayores para hacer el trabajo. También cayó víctima de las balas Miguel Mejía de aproximadamente 55 años, uno de los líderes de la familia.
Trascendió que en el otro bando perdió la vida un hombre de unos 67 años, pero los atacantes tomaron el cuerpo y se fueron a sus predios sin permitir la intervención de las autoridades de Policía ni de otra fuerza del Estado. El hombre que resultó herido es el padre del niño asesinado, dijeron habitantes de la zona.
Hace cuatro meses hubo otra confrontación
Hace cerca de cuatro meses los mismos protagonistas habían chocado con sus armas y en esa ocasión una persona fue asesinada y otra resultó con graves lesiones por los proyectiles, por lo que hubo la necesidad de amputarle una de las piernas. A partir de este hecho de sangre la tensión entre las dos familias fue mayor y unos intentos de conciliación de autoridades civiles, no fueron suficientes para evitar la tragedia ocurrida la mañana de este lunes.
¿Por qué pelean esas familias?
De acuerdo con expresiones de habitantes del municipio de Albania que prefieren no ser identificados públicamente, “las dos familias se están matando es por un pedazo de tierra que no es ni muy grande”, expresó un residente, quien además asegura que estos actores al final son hasta familias, pero no pudieron solucionar las diferencias en su debido momento y luego de las agresiones armadas la situación se agudizó.
La confrontación armada se produce en la jurisdicción de este corregimiento, donde están las rancherías Irruaka y Guayabal. “Las dos están separadas apenas por unos cuatro kilómetros, lo que hace que la tensión y el riesgo de confrontación sea más constante”, explica Edinson Gil, actual secretaria de Gobierno de Albania.
El funcionario añadió que ellos han estado haciendo los contactos, pero los esfuerzos no han sido suficiente y es por esto que han solicitado el apoyo del orden departamental y ahora lo harán con el resorte nacional, para que les den alternativas de ayudas a estas familias y se permita parar la guerra que tiene saldo de cuatro muertos y varios heridos.