Por no pagar $20 mil diarios mataron al patrón y un empleado
Extorsiones en el Mercado Público cobraron dos vidas.
Unos dicen que volvieron las extorsiones al Mercado Público de Barranquilla, otros que nunca se fueron y solo ahora, tras el asesinato de dos personas; el tema vuelve a salir a la luz, pero todos coinciden en exigirles a las autoridades que se tomen acciones contundentes. Las víctimas son Diego Fuentes Vásquez, comerciante de 32 años, natural de Girón (Santander), dueño de Frutfret.
Este es un negocio situado en la calle 9B con carrera 41, sector de Barranquillita; donde venden piñas al por mayor. Dos balas lo impactaron en el abdomen. El otro muerto es el venezolano Michael Oneal Gómez Ocando, de 23 años, quien ocasionalmente cargaba bultos y ayudaba en oficios varios en Frutfret. Le pegaron un tiro en el mentón.
En el atentado también resultó herido el administrador del negocio, Jerson Romo Pabón, de 32 años, quien tiene un tiro en el tórax y esta grave en el Hospital Barranquilla. El hecho ocurrió a las 4:40 de la madrugada de ayer, cuando las víctimas empezaban a trabajar.
Testigos dicen que dos hombres armados con pistolas 9mm llegaron y dispararon sin mediar palabra, luego huyeron en una motocicleta que tenían parqueada frente al local.
$20 MIL DIARIOS POR VIGILANCIA
AL DÍA conoció que a Diego Fuentes lo empezaron a extorsionar el martes de la semana pasada. Dos tipos en moto llegaron y le pidieron $20 mil ‘para vigilarle el negocio’. Dicen que el comerciante pagó esa primera cuota. Al otro día los extorsionistas regresaron y pretendían ‘repetir la dosis’, pero Fuentes se negó rotundamente. Las cosas estuvieron quietas hasta el pasado domingo, cuando volvieron los de la moto y exigieron ‘los $20 mil de la vigilancia’.
De nuevo el santanderenao, en tono firme, les manifestó que no tenía dinero, y les pidió que se marcharan. Cuentan los testigos que los extorsionistas se retiraron en silencio, sin causar problema, pero antes de subirse a la moto el parrillero gritó, “esto no se va a quedar así”.
“Al parecer los mismos sujetos regresaronen en la madrugada de hoy (ayer) y mataron al comerciante y a su empleado, y dejaron herido al otro”, manifestó un investigador judicial consultado por este medio. La fuente agregó que los asesinos están plenamente identificados por cámaras de seguridad.
DIGNO PALOMINO, TRAS EL ATENTADO
El coronel Yessid Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que el asesinato del comerciante y el trabajador venezolano sería consecuencia del no pago de una extorsión que el oficial atribuye a un grupo que quiere empezar a exigirles ‘vacuna’ a los comerciantes del Mercado Público, como, según él, ocurría en el pasado.
El oficial dijo que se trataría de “una reacomodación de extorsionistas que trabajan en el Centro de la ciudad y en el mercado de Barranquillita”. Frente a lo expuesto por el coronel, fuentes policiales manifestaron que el hecho estaría relacionado con un caso de extorsión y que el autor intelectual del ataque sería Digno Palomino.
Este individuo, desde hace unos dos años lidera el cartel de los Más Buscados por la Policía Metropolitana y aún no ha sido capturado. Milena Pelufo, esposa de Diego Fuentes Vásquez, el comerciante asesinado, informó que tenían dos hijos y estaban haciendo planes para comprar una casa.
También recordó que su esposo era músico aficionado, durante el Carnaval tocaba el llamador en la comparsa La Gigantona. “Él nunca me habló de extorsiones, pero exigimos que su asesinato sea aclarado y los culpables paguen, era un hombre honesto y trabajador, todos los días se levantaba a las 3:00 de la mañana para salir a producir”, expresó la mujer en medio del llanto.
Neiro Francisco Balbuena, tío político de Michael Oneal Gómez Ocando (el venezolano asesinato en el mismo atentado), contó que su sobrino salió de Venezuela hace un año y actualmente vivía en Rebolo con una mujer que es madre soltera.
“Él empezó trabajando en construcción conmigo, pero un día se fue para el Mercado y empezó a laborar en lo que la saliera, me decía que le iba mejor. Mi sobrino era de Ciudad Ojeda, en el estado Zulia, y se vino para Barranquilla en busca de un mejor futuro”, relató.