Los cimientos de las casas y locales comerciales aledaños a la carrera 10 con Cordialidad, se estremecieron a las 11:20 de la mañana de ayer: una potente explosión sacudió el lugar, y se escuchó en unas diez cuadras a la redonda.
El foco del estallido fue la estación de servicio Biomax —que surte vehículos de gasolina y gas—, y que está situada en esa dirección.
Estación de servicio Biomax, donde ocurrió la explosión que mató a cuatro personas.
Vecinos de los barrios Cevillar, El Bosque y La Ceiba, cercanos al negocio, entraron en pánico, pues creían que podrían producirse más explosiones en cadena. El resultado del poderoso estruendo fue de cuatro muertos y cuatro heridos.
Según las primeras indagaciones de la Policía, la causa del siniestro sería la mala manipulación de un compresor de 200 libras de gas natural vehicular, que había en la estación de servicio.
La versión que gira sobre una incorrecta manipulación del compresor fue confirmada en el mismo lugar de los hechos por Alberto Henríquez, propietario del establecimiento.
LAS VÍCTIMAS MORTALES Y LOS HERIDOS
La fuerte detonación causó la muerte de manera instantánea a tres técnicos que realizaban labores de mantenimiento dentro de la planta donde estaba el compresor. Fueron identificados como
Édison Hernández Oliveros, Evert Antonio Rojano Esparragoza y John Freddy Sánchez.
Evert Rojano Esparragoza, uno de los técnicos que murió por la explosión.
Cinco horas más tarde, al filo de las 4:20 p.m., perdió la vida
Jorge Pertúz Marriaga
, quien había sido llevado gravemente herido a la Clínica La Merced.
Jorge Pertuz Marriaga
Un paro cardiorrespiratorio le causó la muerte a Pertúz, de 40 años, ingeniero mecánico, y dueño de la empresa que realizaba el mantenimiento a la estación de servicio. Este profesional de la ingeniería, que sufrió politraumatismo creaneoencefálico, fractura de tibia, peroné y cúbito, residía en la calle 60 No. 13-59, barrio La Ceiba. Deja seis hijos.
Los heridos responden a los nombres de Íngrid Ahumada, secretaria de la estación de combustible. La explosión la sorprendió justo en el momento en que ingresaba en la planta donde los técnicos hacían el mantenimiento del compresor. La mujer sufrió una profunda cortada en el cuello, una herida en el maxilar y un golpe en el tórax.
Trabajadores de la estación de servicio. Resultaron ilesos.
Permanece en la Clínica Murillo. Johan Pérez, quien tiene un trauma en el abdomen, está recluido en el Hospital General de Barranquilla. Juan Pacheco, herido en un tobillo; y John Oliveros, fueron llevados a la Clínica Salud Total.
Familiares de las víctimas llegaron al lugar de los hechos en medio del llanto y el dolor por la tragedia ocurrida.
La emergencia fue atendida por dos máquinas del Cuerpo de Bomberos, cuyas operaciones estuvieron a cargo de Jaime Pérez, comandante de este organismo de socorro. También por funcionarios de la Secretaría de Prevención y Atención de Desastres Distrital, dirigidos por Remberto Quintero.
TESTIMONIO DE UN TRABAJADOR
Robinson Ferreira, uno de los empleados de la estación de servicio, narró que segundos antes de la tragedia hablaba con un compañero de trabajo.
El empleado agregó que luego regresó para auxiliar a las personas que estaban en el cuarto de mantenimiento, pero al llegar a la puerta y ver los tres cuerpos destrozados, no tuvo arrestos para ingresar.
“De las tres personas que murieron en el lugar, dos eran contratistas que habían llegado a realizarle mantenimiento a los compresores que surten de gas a la bomba. El otro era un compañero que laboraba en la bomba”, precisó otro trabajador de la estación donde ocurrió la tragedia que enluta a cuatro familias.