Padre ofrece $50 millones por los asesinos de su hija

Para Ricardo Bolaño, un transportador urbano de Santa Marta, el 4 de diciembre del 2013 fue el día en que la vida empezó a tener otro sentido. En esa fecha, su hija Lina Marcela, la maestra y rectora de 22 años, fue hallada muerta, asfixiada en su habitación de la casa que él le había regalado, en la urbanización Galicia, al nororiente de Santa Marta.

Sin indicios ni asomos de quién la asesinó, pese a que han transcurrido seis años de ese triste episodio que conmocionó a la ciudad, y decepcionado por la desidia institucional, optó por ofrecer una recompensa de $50 millones a quien le diga quién la mató.

Afirma que “en el transcurso del tiempo ni la Fiscalía, ni las autoridades competentes han hecho nada”, y agrega que a su modo de ver “no le han parado bolas al caso”.

“Ni Medicina Legal ha hecho un buen trabajo porque no me explico si se llevaron huellas y otras pruebas, por qué al final no hayan salido con nada”, comentó.

Recalca que no quiere que el crimen quede impune y sostiene que “hasta el último día de mi vida seguiré insistiendo”

“No me quiero morir antes de ver tras las rejas a los asesinos de mi hija”, precisó. Por eso el mensaje que le envía a los samarios en esta fecha tan especial para él, es que “se pongan la mano en el corazón, que llamen y denuncien”.

QUE DIGAN LA VERDAD

Ricardo Bolaño manifiesta que en seis años las informaciones que ha recibido son variadas, pues unos dicen una cosa y otros otra.

“Que la mató fulano, que fue zutano pero en fin, no hay nada concreto, por eso ofrezco la recompensa para ver si alguien se motiva a decir la verdad”, indicó.

Entre lágrimas, dijo que “ella era mi vida, lo era todo”.

Aunque ahora pareciera que puedo morir de dolor y que mi corazón está a punto de romperse, estoy seguro que cuando caigan los criminales encontraré de nuevo el camino hacia la sonrisa”, enfatizó.

EL CASO

Lina Marcela Bolaño Vergara, de 22 años, directora de la Institución Educativa Galicia, fue asesinada en la madrugada del 4 de diciembre de 2013, asfixiada con una bolsa en el cuarto donde dormía.

De acuerdo con el reporte que en esa época entregó la Policía, a las 9:00 a.m. de ese día (miércoles) una joven de 15 años, encargada de la limpieza de la residencia demarcada con el número 15-15 de la carrera 35, llegó para cumplir con sus labores, situación que le permitió encontrarse en la entrada con unos obreros y docentes de Colegio Educativo de Galicia, quienes necesitaban hablar con la rectora

“Abrimos la puerta, cuando entré a su cuarto estaba la seño tirada, fui a donde el hermano a avisarle, y él fue a verla, luego la tocó, pero ella estaba muerta”, fue el relato de la mujer.

El hallazgo desencadenó escenas de llanto y peticiones de auxilio. Más tarde se supo que los criminales le robaron un computador y una gruesa suma de dinero que había retirado del banco para liquidar el año académico a sus profesores.

Con información de: Agustín Iguarán González.