Una cirugía de alto nivel a un niño wayuu de nueve años de edad, que nació con una deformidad en una de sus piernas, se llevó a cabo en el hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, que es un centro asistencial de segundo nivel.
Según explica el médico especialista en el área de ortopedia Carlos Viana, el menor nació con una deformidad y en los últimos meses se venía quejando de un fuerte dolor en la columna, por lo que la madre lo llevó al centro asistencial, donde llegó caminando doblando el cuerpo hacia un lado.
“Este paciente tenía una deformidad que consiste en una pierna más corta que la otra, ya que no se le desarrolló la tibia que es el hueso más grueso de la pierna, ni el peroné, lo que ocasionó a su vez que no se le formara la rodilla y esto generó una especie de escoliosis y una inclinación de la pelvis para compensar la falta de longitud de la pierna derecha”, explicó el médico.
Agrega que por este motivo en el niño se estaba estructura una malformación en columna y en pelvis, además de una deformidad en Varo en el pie, que es frecuente de las rodillas en niños, secundaria a la posición intrauterina (también llamado piernas arqueadas y tibia vara).
Al pequeño paciente, después de haber sido valorado por médicos y especialistas del área de ortopedia del hospital, se le programan tres cirugías.
Según Viana, la primera de ellas fue una osteoteomía del tercio distal, calculando cuanto hueso teníamos que resecar y así poder nivelar y poner en posición neutra el tobillo para corregir la deformidad y generar una articulación. “Al haberle modificado la estructura al astrágalo y haberle modificado la longitud al peroné se generó una articulación de tobillo”, explicó.
Agrega que luego de esta primera cirugía se enclavijó el hueso con un material de osteosíntesis para fijar la posición de corrección. “A partir de ahora hay que esperar 45 días y luego de un control radiológico, remover este material que tiene el niño en la pierna, para después convertir el peroné en tibia, en una cirugía que se denomina Peroné – Protibia”, explica.
Agrega que una vez que la nueva tibia se haya pegado, se procede a cortar o a hacer una fractura transversa en esta y se hará un procedimiento de alargamiento óseo progresivo, día a día, a razón de un milímetro diario, si los tejidos lo permiten.
“Habrá días que no se podrá a hacer, eso depende del dolor y del comportamiento de venas, arterias y nervios, que también se alargan”, explica el médico, quien agrega que es un proceso muy delicado.
Dice que se espera alargar lo más que se pueda, ya que son 20 centímetros de diferencia. “Eso es mucho y por eso toda la longitud que podamos agregarle a esa pierna va a ser ganancia para el niño, tenemos una gran ventaja y es la edad del niño, es joven y el hueso pega muy rápido”, indicó.
La gerente del hospital Nuestra Señora de los Remedios Flor García Peñaranda, explicó que esta operación es posible en el centro asistencial, porque se ha hecho todo lo posible para dotar de todos los instrumentos al área de ortopedia.
“Nos propusimos esto por los numerosos pacientes que llegaban con deformidades o lesiones producto de accidentes, pero además contamos con excelentes profesionales en esta área, como el doctor Viana”, anotó.