“Se hundió vivo y salió muerto”. Esta fue la frase expresada por los familiares de Enrique García Márquez, un joven de 18 años que murió la tarde del pasado martes cuando se lazó a una poza ubicada en la Calle del Chorrito, corregimiento de Turbana. Julio César García Contreras, tío de la víctima, relató a las afueras de la morgue que su sobrino sufría de epilepsia y se debía tomar sus medicamentos cada hora para controlar la enfermedad que lo aquejó por años.
Julio César afirmó que el día de los hechos el joven expresó que no quería seguir con el tratamiento, y en vez de salir a comprar la fórmula decidió irse a una finca cercana con sus amigos y hermanos.
Al llegar a la finca todos jugaron, alcanzaron frutas y cazaron animales, dos horas después de que Enrique García Márquez les dijo a sus allegados que se iría a su casa almorzar y regresaría lo antes posible El tío del occiso siguió contando que Enrique almorzó de prisa y se despidió de su abuela, quien le dijo que se reposara antes de seguir divirtiéndose en la finca, pero el joven no atendiendo al llamado de la anciana regresó nuevamente al lugar. Y como estaba sofocado decidió refrescarse dentro de la poza, se quitó las sandalias, corrió y se lanzó al agua.
Su hermano menor le manifestó a la familia que presencio el momento en que Enrique se lanzó y se hundió, pero luego de algunos minutos se dio cuenta que su no –el mayor de cuatro–, no salía del agua. Es allí cuando el menor de la familia García Márquez se lanzó en busca de su ser querido.
“Mi sobrino me contó que él se tiró y cayó encima de Enrique, se hundió a ver qué le pasaba a su hermano y lo vio que no reaccionaba, intentó sacarlo de lo profundo, pero sus fuerzas no le ayudaron, entonces pidió ayuda y entre todos los que estaban en la finca lo sacaron”, expresó el tío.
Julio César García Contreras continuó narrando que cuando el cuerpo del joven se encontraba en tierra, sus hermanos y amigos quedaron petrificados, y después de dos segundos, el mismo que se lanzó al agua para salvarle la vida al ahora occiso se llenó de valor, unió sus manos y la presionaba en el pecho a Enrique, quien por un momento vomitó, pero luego recayó. Su hermano intento con respiración boca a boca, pero ya era demasiado tarde, García ya había fallecido.
“Queríamos que se salvara, su hermano menor, lo cogió y le dio respiración boca a boca, dicen que el vomitó, que convulsiono. Mi sobrino estaba con vida. El menor fue valiente, los demás quedaron estáticos y no hacían nada”, recalcó el tío de la víctima. El cuerpo de Enrique García fue llevado hasta el hospital de Turbana y allí los médicos confirmaron su deceso.
Con información de: Angélica María Cassiani Barrios.