Cuando el país aún no asimila la muerte brutal en Bogotá de la niña Yuliana Samboní, en Barranquilla el fallecimiento de otra menor de edad ha disparado las alarmas de las autoridades judiciales y de salud, pues el cuerpo tiene posibles señales de violencia, e incluso se indaga una presunta agresión sexual.
Se trata de una niña de 13 años que llegó de Sincelejo el domingo pasado a pasar la temporada de fin de año en casa de una tía en el barrio Rebolo. Sin embargo, sorpresivamente fue ingresada a las 9 de la mañana del jueves 8 al Hospital Niño Jesús, donde dos horas más tarde falleció. La causa del deceso no pudo ser establecida por el personal médico del centro asistencial, por lo que el caso fue puesto en manos de las autoridades judiciales para que investiguen el caso.
En este momento el cuerpo de la menor permanece en Medicina Legal para los estudios científicos que permitan conocer las razones del deceso.
SIGNOS DE MALTRATO Y ABUSO
La muerte de la niña tiene consternados a sus familiares paternos, pues no encuentran explicación a lo ocurrido.
Marta Isabel De la Hoz, de 50 años, y tía de la pequeña, contó detalles de los últimos días vividos por su sobrina.
“Mi hija la trajo el domingo pasado de Sincelejo, donde vivía con su mamá, y me estuvo diciendo que veía a la niña agresiva y no de la forma alegre como era usual verla. Yo le preguntaba que si le pasaba algo y me decía que no”, comentó Marta, hermana de José Antonio De la Hoz Pineda, padre de la menor.
Claudia Molina, de 37 años y madre de la niña.
Marta agregó que la niña tenía golpes en la espalda y desde el martes comenzó a presentar inflamaciones en el cuello y un cuadro febril considerable. Se supo que el miércoles cuando caminaba con su abuela, la pequeña tropezó y cayó al suelo golpeándose la frente, por lo que al día siguiente la llevaron al hospital Niño Jesús.
Inicialmente se manejó una versión de que la niña pudo haber sido abusada sexualmente, pero esto está en comprobación. Claudia Molina Fernández, de 37 años, madre de la niña, declaró. “La verdad es que no pasó nada. Yo la mandé para acá (donde la tía), ella salió bien de Sincelejo. A ella ni le pegaban ni nada, nunca le puse la mano, la regañaba, pero nunca la maltraté”, añadió Molina. Marta Isabel De la Hoz asegura que conversaba con su sobrina pues se comportaba de forma extraña. “Yo le decía ‘¿a ti te ha pasado algo? ¿Alguien te ha faltado el respeto?’, y ella solo movía la cabeza para decir que no, pero igual la notaba seria, no estaba alegre”, señaló.
La menor cursó medio año del sexto grado porque según la mamá no quiso volver a estudiar porque unos muchachos le hacían matoneo, razón por la que los familiares paternos tenían pensado quedarse con ella en Barranquilla.