La inseguridad en los buses de Barranquilla sigue siendo una problemática que afecta a muchas personas que utilizan este medio de transporte. Unos de los principales afectados son los choferes, quienes en varias ocasiones han salido heridos por balas o armas blancas que utilizan los atracadores.
AL DÍA conoció la historia de una mujer, que pidió reserva de su identidad por seguridad, quien describió “el infierno” que le tocó vivir la noche del lunes cuando se montó a uno de estos vehículos de servicio público.
La mujer, de 27 años, que es trabajadora de una entidad de fisioterapia, salió de su turno como de costumbre a las 7:10 de la noche.
Antes de dirigirse a su casa, llegó a un supermercado ubicado a la altura de la carrera 53 con calle 82, para comprar “algunas cosas que necesitaba” en su hogar. Al terminar se dirigió a la parada para coger el bus con dirección hacia La Pradera.
La mujer contó que cuando el bus transitaba por el puente de la carrera 38 con avenida Circunvalar se iba a bajar, y fue entonces cuando se subieron dos hombres con “un aspecto misterioso”.
“Tenían como vestimentas de obreros, uno de ellos llevaba una gorra, camiseta blanca y un morral. El que iba de primero apenas se montó enseguida
le apuntó con un revólver al chofer, quien comenzó a decirles que no le iba a dar nada y forcejear con ellos”,
señaló.
En ese momento – aseguró la mujer – que sintió “mucho temor” y “angustia” porque algo le fuese a pasar, pues recordó el caso de Cielo Payares Pava, la mujer de 65 años que fue asesinada en un bus, en septiembre pasado, en medio de un atraco en Las Gardenias.
“Ahí mismo las personas comenzaron a levantarse y
como yo estaba ya en la puerta para salir todos se vinieron contra mí y me decían que me quitara. En ese momento yo no entendía qué era lo que pasaba, estaba aturdida. Las personas me decían que me quitara de la puerta y en una de esas
uno de ellos se tiró con el bus andando, y otro me empujó y caímos los dos en la calle”, añadió la mujer.
La mujer dijo que los mototaxistas que se parquean en la esquina del mencionado puente la ayudaron a levantarse y algunos de estos se fueron detrás del bus para tratar de capturar a los ladrones, de los cuales no se supo más nada.
“A lo primero me ayudaron y me levanté enseguida, pero luego comencé a cojear, me dolía mucho el pie izquierdo. Tuve que ir al médico para que me revisaran y me dieron unos días de incapacidad”, concluyó.
De acuerdo con informaciones de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en lo que va corrido de 2020 se ha registrado una disminución del 62% en las denuncias de hurtos a buses, pasando de 50 casos en 2019 a 19 reportados oficialmente en los nueve meses que van de este año.