Quemado de la cabeza a los pies y sin signos vitales quedó Alonso Ruiz Rivas luego de que se le explotara en sus manos un cilindro de gas, mientras lo manipulaba al interior de su vivienda, ubicada en la manzana Q, lote 6, del sector Villa Rosa.
Los hechos ocurridos en horas de la tarde de este viernes dejó a dos personas lesionadas, entre ellas una venezolana identificada por las autoridades como Geraldine Lezama Rodríguez, de 30 años y el hijo de la víctima.
Testigos de la explosión señalaron que el hombre se encontraba junto a su hijo. En medio de la angustia, afirmaron que todo estaba tranquilo, cuando sintieron un fuerte ruido que alertó a la comunidad, que de inmediato salió a ver qué ocurría y se dio cuenta que de la humilde vivienda de Alonso Ruiz emanaba un fuerte olor a humo.
Los vecinos del occiso se armaron con baldes llenos de agua y mangueras, y con fuerza intentaban apagar el fuego que consumía el cuerpo del barranquillero de 45 años que ya había fallecido.
“Él estaba moviendo el cilindro y cerca tenía a su hijo, de un momento a otro se sintió una explosión, él salió volando y su hijo también. Alonso murió enseguida, su hijo y una vecina que pasaba por el lugar, resultaron heridos”, relató un residente del sector.
Al lugar llegaron miembros del Cuerpo de Bomberos, quienes lograron apagar las llamas que continuaban encendidas. Enfermeros abordo de una ambulancia trasladaron a los heridos hasta un centro asistencial y la alcaldesa de la localidad. 3, Patricia Zapata, se puso al frente de la situación.
“La explosión fue producto de una imprudencia por parte de Alonso Ruiz Rivas. La otra persona herida en la explosión del cilindro de helio es Griselis Geraldine Lezama Rodríguez. Ella fue remitida al Hospital Universitario con quemaduras leves y se encuentra estable, del hijo de la víctima no tenemos información”, informó el Cuerpo de Bomberos.
Delegados del Ministerio de Minas lamentaron la muerte del barranquillero e indicaron que es responsabilidad de los distribuidores del producto ya que deben verificar que los cilindros estén en buen estado.