La empresaria bananera Melissa Martínez García se reunió en la tarde de ayer en el Palacio de Nariño con el presidente de la República, Iván Duque, y su equipo de Gobierno, luego de ser rescatada de sus secuestradores el pasado lunes por miembros del Gaula.
“Vamos a luchar con toda la contundencia contra el secuestro; no permitiremos que se convierta en un delito que se expanda en el territorio, de ninguna manera”, afirmó el mandatario durante su encuentro con la sobrina del Nobel Gabriel García Márquez.
El presidente Duque mostró su alegría por el hecho que de Melissa esté de nuevo en el seno de su familia y pueda celebrar las fiestas de Navidad en libertad. El Jefe de Estado dijo en la Casa de Nariño que el secuestro “merece la mayor sanción de la sociedad”.
Duque aprovechó el emotivo encuentro con la liberada y su familia para hacer un reconocimiento a los oficiales de la Policía y del Ejército que participaron en la operación que permitió la liberación de la empresaria y la captura de 12 miembros de la banda que la secuestró el 23 de agosto último, en el municipio de Zona Bananera (Magdalena).
El operativo para el rescate de la empresaria bananera comenzó con 42 investigadores, pero la cifra llegó a los 300 policías que actuaron con el pasar de los días hasta su desenlace. Duque calificó la operación como “espectacular, meticulosa y de alta precisión”.
Cabe recordar que, los secuestradores exigían por su liberación la suma de 5 millones de dólares. El brigadier general Fernando Murillo, director del Gaula de la Policía, explicó que ese grupo, liderado por Rigoberto Rojas, usaron como fachada una cooperativa de seguridad para hacer la inteligencia en contra de la víctima.
“Entre los 14 detenidos hay exparamilitares y exmiembros de las guerrillas de las Farc y ELN”, explicó el oficial, hace días en Santa Marta. Los 12 indiciados les fueron imputados los delitos de concierto para delinquir, concierto extorsivo y porte ilegal de armas de fuego.
Las audiencias se llevan a cabo en el complejo judicial de Paloquemao, en Bogotá, a donde fueron trasladados bajo estrictas medidas de seguridad.