Tras despertar en el Hospital General de Barranquilla —luego de ser torturada con puños, patadas y apuñalada 80 veces con un arma blanca— Andrea* recobró la consciencia y contó los detalles de todos los vejámenes que sufrió a manos de Carmen*, su mejor amiga; Juan* (el novio de esta), y la mamá de Juan, María*.
Quien escuchó el estremecedor relato fue su abuela, quien no paraba de llorar al verla así, malherida y postrada en una cama.
El caso ocurrió entre la noche del pasado viernes y la madrugada del sábado en un apartamento localizado en Villa Muvdi, Soledad. La víctima permaneció hospitalizada 5 días debido a las graves heridas que recibió. Este jueves fue dada de alta.
“El primer día, como estaba inconsciente, yo no la forcé a hablar, pero al otro día sacó una fortaleza y me dijo: –Abue, desde las 3:30 de la tarde que yo llegué a esa casa, ellos (Carmen y Juan) me tiraron la primera puñalada en el cuello y de ahí para allá yo me desmayaba y me despertaba a cada rato, así duré hasta las 5 de la mañana–”, dijo la familiar de Andrea a EL HERALDO.
La allegada relató que cada vez que su nieta iba recordando y entrando en detalles no podía creer que tal barbarie le hubiese ocurrido a su ser querido.
“A las 7 de la noche llegó María (la mamá de Juan) y ella se lo llevó a él para el patio. Luego María se devolvió, tomó una navaja y agredió a mi nieta”, agregó la pariente.
Un atraco y unos mensajes
La abuela de Andrea aún no se explica cómo los amigos de su nieta, de quienes pensaba que la querían mucho, le hicieran eso.
“No entiendo por qué la trataron así, siendo una niña que les abrió las puertas de nuestra casa y hasta se quitaba la comida de su boca para dárselas a ellos”, enfatizó la familiar.
Sobre la posibilidad de una venganza de Juan, luego de que le hurtaran un celular cerca de la casa de Andrea, la familiar dijo que “ese robo fue en diciembre cuando estábamos todos en la puerta y llegó Juan diciendo que le habían quitado el celular”, dijo.
La mujer añadió que “le pregunté quién lo había atracado y me dijo que unos muchachos, los cuales yo conocía. Entonces me fui a la casa de los muchachos y al día siguiente apareció el celular y se lo dimos a Juan, pero no entraré en más detalles”.
Según investigadores que llevan el caso, algunos comentarios publicados en una red social por miembros de la pandilla que atracó a Juan y de los que Andrea hizo parte terminaron agravando las cosas.
Respecto al tema, la abuela de Andrea indicó que el atraco y los comentarios “tienen relación”, pero que su nieta no comentó nada ofensivo contra Juan, pues, según la pariente su allegada lo quería mucho.
Una tía de la menor agredida también dio crédito a los comentarios en la red social como la chispa que detonó el problema.
La otra versión
“Andrea está viva por mi hija”, con esta frase, la mamá de Carmen se refirió al hecho, pues ella aseguró que su hija hizo todo lo posible para que Andrea viviera.
“Ellas cogieron para allá sin saber lo que Juan tenía planeado junto con su mamá. Carmen me dijo que sí fue a la casa de Andrea, pero que era ella la que quería ir donde Juan. Estando allá, y cuando pasó todo eso mi hija (Carmen) llamó a los papás de Juan, quienes no estaban en casa para que frenaran la agresión. Mi hija me dijo que cuando los papás de Juan llegaron la mamá de Juan comenzó a agredir a Andrea”.
La mujer dijo que el padre de Juan, luego de la tortura que recibió Andrea, fue quien la arropó con una sábana y la subió al carro que la dejó en el hospital.
Tras enterarse de que su hija era buscada por las autoridades, la madre de Carmen dijo que ella misma fue la que buscó a la adolescente para que responda por todo en lo que se ha visto involucrada.
Además, la progenitora señaló que desde hace tiempo quería que su hija terminara la “tormentosa relación” que sostiene con Juan.
*Este medio cambió los nombres de los implicados para resguardar las identidades de los menores de edad.
Familia pide justicia
Con carteles que tenían mensajes como “queremos justicia”, los habitantes de un sector entre los barrios Las Américas y Carrizal, donde reside la menor de 16 años que fue secuestrada, torturada y apuñalada 80 veces, protestaron la mañana y tarde de este jueves pidiendo que el caso no quede impune.
Primero sacaron los carteles en los barrios antes mencionados y con arengas se hicieron sentir.
Llegada la tarde, se trasladaron hasta el Centro Especializado para Adolescentes, Cespa, de la Fiscalía, ubicado en la calle 45 entre carreras 43 y 44, donde permanecen los menores implicados en el hecho y quienes por medio de un abogado se entregaron al ente acusador, pero luego fueron liberados mientras se emitían las órdenes de aprehensión que hicieron efectivas miembros de la Seccional de Infancia y Adolescencia de la Policía.
El proceso judicial de los adolescentes comenzó apenas fueron aprehendidos, ahora se espera que en las próximas horas la Fiscalía ordene las capturas de los adultos que también habrían participado en el hecho y los cuales serían familiares de los señalados.
Igualmente, la aprehensión de otro menor estaría en proceso. Se trata de un primo del joven puesto a disposición de las autoridades y señalado de haber planeado la tortura de la menor.