A las 7:50 de la mañana de este miércoles, Luis Manuel Hernández Correa caminaba por la calle 29 con carrera 23, barrio Rebolo, cuando de repente se vio sorprendido por un tiroteo entre policías y delincuentes.
Una bala, que no era para él, lo impactó en el abdomen y le causó la muerte a las 9:25 de la mañana cuando era atendido en la Clínica Campbell.
La familia de este hombre, de 39 años, ajeno a los hechos, quedó sumida en el dolor y en medio de la desolación su compañera sentimental acusó en las redes sociales a la Policía de ser la responsable de su muerte.
CÓMO OCURRIERON LOS HECHOS
De acuerdo con un reporte preliminar de la Policía Metropolitana, una patrulla motorizada del Grupo de Infancia y Adolescencia se percató de la presencia de dos hombres que iban en una moto en actitud sospechosa, en la calle 30 con carrera 21, a la altura del barrio Los Trupillos.
Los patrulleros le dieron la voz de alto a los sospechosos, pero estos aceleraron la moto y huyeron. De inmediato se inició una persecución que culminó en la calle 29 con carrera 23, Rebolo, donde los sujetos sufrieron una caída
Detrás de ellos iban los policías, quienes fueron recibidos a plomo limpio por los individuos. Los agentes respondieron con sus armas de dotación. Infortunadamente, en medio del tiroteo una bala hirió a Hernández Correa, quien fue llevado a la Clínica Campbell, donde falleció. El proyectil, del cual aún no se sabe si fue disparado por los policías o los delincuentes, le causó a Hernández Correa daños en el intestino delgado y un shock hipovolémico (hemorragia).
Los dos sujetos que se enfrentaron con los patrulleros lograron escapar, pero dejaron en el lugar de los hechos una pistola marca Taurus, con un proveedor y nueve cartuchos. El arma quedó bajo custodia para ser analizada por los expertos en balística. Hasta el cierre de esta edición los sujetos involucrados en el tiroteo no habían sido capturados.