Mucha gente evita salir en Barranquilla cuando llueve porque le temen todavía a los arroyos; sin embargo, los sicarios que iban contra Alejandro Miguel Rubio Ortega no comieron de aguacero. Como resultado, el hombre de 34 años fue asesinado a bala en la calle 99 con carrera 11, entre los barrios La Paz y Siete de Agosto.
Los asesinos llegaron en moto y abordaron a la víctima cuando se bañaba en el aguacero. Enseguida se fueron contra él a tiros y cuatro de las balas le impactaron en la cabeza, en el cuello y en el pecho.
Los sicarios escaparon y los vecinos del sector, que tampoco tuvieron que ver con la lluvia, se acercaron al cuerpo para ver qué había ocurrido. De hecho, la curiosidad dio para que algunos ni siquiera se percataran de ponerse el tapabocas.