Encerrados y con miedo vivían los ‘vecinos’ de ‘Bob Marley’, el drogadicto demente linchado al atardecer del domingo después de que trató de violar a una mujer cerca del cambuche donde pernoctaba; situado debajo del puente de la calle 91 con carrera 71, barrio Villa Carolina, en el norte de Barranquilla.
El suplicio de la comunidad empezó hace cuatro años, Víctor Manuel Flórez Caña, su nombre de pila, un consumidor de droga como tantos en Barranquilla, se estableció debajo del puente y se rebuscaba ayudando a recoger botellas en las tiendas o cuidando carros. Con el paso de los meses Víctor se fue degenerando, y por el aspecto de su cabellera larga y enmarañada, le empezaron a llamar ‘Bob Marley’, como el famoso cantante jamaiquino de reggae.
Algunos habitantes de Villa Carolina lo cogieron de ejemplo para asustar a los niños desobedientes. “Si no haces caso ‘Bob Marley’ te va a llevar para debajo del puente”, era una de las amenazas de los padres a sus hijos en esos primeros años.
Pero las cosas empeoraron, cuando se drogaba el sujeto llegaba al nudismo y a la obscenidad. Luego golpeaba las cosas que encontraba a su pado, y más tarde a la gente que tenía la desgracia de cruzarse con él en la calle. “Se ‘trababa’ bajo el puente y salía hecho un demonio. De dos años para acá levantaba a piedra los carros en los que veía que iba manejando una mujer sola”, relató una habitante del sector, quien pidió reserva.
Otra señora contó que una vez ‘Bob Marley’ le abrió la puerta del automóvil a una universitaria que no llevaba puesto el seguro y trató de ahorcarla. Ese día le dieron una palera.
A la semana protagonizó el incidente de la torre de energía, al treparse y amenazar con que se iba a matar “porque nadie lo quería”, y porque “le habían robado la liquidación de cuando trabajaba en la Electrificadora”, según dijo.
Este suceso fue registrado por la prensa el 15 de junio de 2016. Finalmente, tras dos horas de diálogos, Víctor aceptó bajarse a cambio de una pizza de pollo y jamón, una gaseosa y una muda de ropa. “Más que una pizza, Víctor quería afecto”, manifestó en su momento una vecina que colaboró para socorrerlo.
Pero ahora la gente piensa diferente. Un habitante del sector, quien ayer paseaba su perro por el parque, manifestó que al ‘Rasta’, otro apodo que tenía Víctor Manuel Flórez, trataron de ayudarlo muchas veces durante todos estos años.
“Al principio le daban ropa, comida y hasta le recogieron plata para rehabilitarlo, pero él se negaba a dejar el basuco; y vivía lamentándose por una plata que dizque le habían robado cuando trabajó en la Electrificadora. Pero uno no sabía si eso era verdad o un delirio”, relató el hombre, quien también pidió reserva.
Últimamente las cosas habían empeorado: a los niños ya no los dejaban jugar en las terrazas de las casas, y las mujeres evitaban cruzar el puente por miedo a ser atacadas por ‘el loco’, que en su estado normal era retraído, pero drogado se convertía en un tipo violento. La tarde del domingo ocurrió lo que desencadenó el final para el ‘Rasta’. Una joven de 23 años, empleada de una peluquería del sector, iba camino a coger el bus para regresar a casa, cuando de debajo del puente le saltó el ‘Bob Marley’ armado con un destornillador.
“Le dio un golpe en la cabeza y la jaló para la orilla del caño, porque a esa hora, y más ese día (domingo), por acá es solo. Cuentan que trató de violarla, y para que se quedara quieta y se dejara bajar el pantalón, la ‘puyó’ con el destornillador en el estómago y en la frente”, relató una de las señoras entrevistadas.
La muchacha se salvó porque un domiciliario de una tienda se percató de lo que ocurría, y entró a defenderla. Esa fue la gota que derramó el vaso. Al poco rato se formó una turba que prácticamente lapidó al demente. Bob Marley falleció horas después del ataque en el Hospital Niño Jesús. “Nadie merece morir así, pero descansamos”, reconocen los entrevistados.
SE PUDO HABER EVITADO
En Villa Carolina muchos están convencidos de que el linchamiento de ‘Bob Marley’ pudo haber evitado si las autoridades hubieran actuando como debían en la semana subsiguiente del ataque a machete contra el entonces párroco de la iglesia San Charbel, que colinda con el cambuche donde vivía el sujeto.
Los hechos ocurrieron el 23 de abril del año pasado. ‘Bob Marley’, machete en mano, irrumpió en el templo religioso y en plena misa intentó agredir al sacerdote auxiliar de la parroquia, Juan Manuel Montoya.
Los feligreses evitaron una desgracia, y al día siguiente la Policía lo capturó. Por estos hechos permaneció preso cuatro dias. Se hicieron reuniones con representantes de la Junta de Acción Comunal, Policía y funcionarios de la Alcaldía. Se habló de internarlo en el Cari y buscar a sus familiares. Todos los presentes coincidieron en que estaban frente a una bomba de tiempo, y había que tomar decisiones rápidas y eficaces.
“Teníamos que resguardar la integridad de la comunidad, sus bienes y también la vida de Víctor y su integridad, él era un enfermo mental, un adicto, y a pesar de todo lo que hizo no merecía esa muerte”, manifestó otro de los entrevistados que asistió a esas reuniones.
Al final no pasó nada. Todo quedó en planes y reuniones. La mañana del quinto día el ‘Bob Marley’ reapareció, se metió debajo del puente, verificó que no se le habían llevado el pedazo de colchoneta sucia en la que dormía, y se encaminó al barrio San Salvador a buscar droga.