La venezolana que salió de su país por la crisis y murió arrollada por un Transmetro
La mujer había llegado hace 21 días a Barranquilla.
La tarde del domingo Angie Del Valle Ruiz Valbuena se sentía agotada, y no estaba muy animada a salir a su segunda actividad laboral: vender dulces en el semáforo de Murillo con la carrera 1, frente a Metrocentro. En las mañanas, hasta pasado el mediodia, hacía de mesera en una pescadería en la Avenida Las Torres.
Pero Angie, que apenas tenía 21 días en Barranquilla, a donde llegó procedente de Venezuela, su país natal; pensó en sus dos hijos de 6 y 4 años que dejó allá en medio de la crisis que atraviesa esa nación. Por eso decidió salir a ‘guerrear’ el dinero que les enviaba para que pudieran sobrevivir en territorio venezolano.
Sin embargo, a las 9:30 de la noche, luego de una jornada relativamente tranquila y provechosa; y cuando se disponía regresar a casa, murió bajo las llantas de un articulado de Transmetro que cubría la ruta S1 (sentido norte-sur).
En un comunicado la empresa sostuvo que al parecer la mujer no respetó la cebra, y atravesó la vía sin percatarse de que venía el vehículo.
Yanetzy Piña, que llegó desde Venezuela junto a Angie, relató que esta vendía sus dulces caminando entre los carros que se detenían en esa esquina.
La mujer no se dio cuenta que el semáforo había cambiado a verde y fue embestida por el bus de servicio público, dijeron testigos.
EL ANHELO DE VOLVER
Angie Del Valle Ruiz Valbuena tenía 27 años, era oriunda de Cabinas, estado del Zulia, en Venezuela. Llegó a Barranquilla con su pareja, Jean Carlos Piña, Yanetzy Piña, y dos compatriotas más, huyéndole a la difícil situación económica que vive su país. El grupo de extranjeros residía en el segundo piso de una habitación del barrio Villa Severa.
Angie trabaja de 8 de la mañana a 3 de la tarde en la pescadería; y de 5 de la tarde a 9 de la noche en la venta de los mecatos.
Sus amigas venezolanas contaron las razones por las que Angie estaba en Barranquilla.
La mujer anhelaba regresar a Venezuela y traer a Barranquilla a sus hijos. El cuerpo será repatriado a ese país.
En el 2016 cinco personas han muerto arrollados por buses de Transmetro. En seis años de operaciones cuentan 15 víctimas.
