El dolor embarga los corazones de los habitantes de Palermo, corregimiento de Sitionuevo (Magdalena), donde a las 5:10 de la tarde del pasado domingo murieron ahogados en el río Magdalena los hermanos Melanie y Sebastián Coll Vaquero, de 9 y 5 años respectivamente.
Los menores aprovecharon el descuido de su madre y un abuelo para bañarse en la orilla del torrente donde ocurrió la tragedia.
LOS NIÑOS ESTABAN BAÑÁNDOSE
Según cuenta Sandra Vaquero Ochoa, sus sobrinos salieron a la orilla del río a bañarse.
“Eran como las 4:50 de la tarde. Ellos vieron que no los estaban cuidando y salieron de la casa (calle 4 No. 4-60, barrio Palermo Viejo)”, precisó la mujer de 27 años.
“Suponemos que Melanie se metió al agua primero, porque en la orilla estaba su ropita. Nos enteramos como a las 5:10 p.m., porque con ellos estaba otro de sus hermanitos”, agregó.
Por lo que cuenta el otro infante, Sebastián resbaló mientras observaba a Melanie, que al ver caer a su hermano trató de rescatarlo, pero la corriente la arrastró también hasta enredarlos en la tarulla y ahogarlos.
“Como ellos viven al frente de mi casa, desde ahí los estaba viendo. Recuerdo que estaba a punto de iniciar el partido de Junior contra Once Caldas (5:15 p.m.). Al ratico nos enteramos de la tragedia”, expresó Arlen Vaquero, abuelo materno de los pequeños.
Los niños residían con su mamá, Shirley Vaquero Ochoa, quien en el momento de la tragedia recaudaba el pago de unos almuerzos que ella vende entre semana. La versión suministrada por tía y abuelo coincide con la que dieron las autoridades del corregimiento, pero dista de la informada por los vecinos.
Residentes del sector manifestaron que debido a la falta de agua que afecta al pueblo hace varios días, la niña, que jugaba con sus hermanos cerca al río, notó que el pequeño hizo una necesidad fisiológica, y bajó a limpiarlo en el agua. Siguiendo con esa hipótesis, señalan que Sebastián se deslizó entre los brazos de Melanie, que al verlo caer se lanzó por él, corriendo ambos la suerte conocida.
CINCO BUZOS TRABAJARON EN EL RESCATE
A pesar de que el trágico accidente ocurrió a las 5 p.m. del domingo, solo hasta las 10 a.m. del día siguiente aparecieron los buzos de la Armada Nacional.
Según la comunidad fue necesario bloquear la Troncal del Caribe, en el sector de Palermo, para recibir dicha atención. El operativo de búsqueda de los cadáveres comenzó a las 10:18 a.m., bajo la mirada atenta de más de 300 habitantes del pueblo.
La primera pareja de buzos realizó un barrido en el perímetro cercano al lugar del accidente. “La dificultad partía de las tarullas y los remolinos de la zona”, comentó Alan Bocanegra, comandante del Cuerpo de Bomberos de Sitionuevo. El primer cuerpo rescatado fue el de la niña, a las 11:10 de la mañana, por parte de los efectivos de la Armada.
Las labores de rescates de los cadáveres reinició a las 1:20 de la tarde, ahora con un tercer buzo, pero independiente. “Ese es Pepe, él sí sabe cómo es esto”, decía la gente de Palermo cuando entró en acción este hombre. Pero Pepe no tuvo éxito en la misión de encontrar al otro pequeño, y tuvo que ser relevado a las 3:45 p.m.
Una segunda dupla de buzos retomó el trabajo, y sobre las 5:10 p.m. rescataron el cuerpo sin vida de Sebastián. Ambos cadáveres fueron levantados por la Sijín, el primer en el sitio y el segundo en la Armada Nacional