Nueve días han transcurrido desde la muerte de Madelayne Sofía Ortega Villa, y aun no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió con ella.
Roberto Ortega, padre de Madelayne, señaló a este medio que, hasta el momento, las autoridades no le han dado “más detalles de lo ocurrido”, a parte de lo que se supo el pasado miércoles 18 de diciembre, cuando hallaron el cadáver de la joven de 17 años, estudiante de primer semestre de Derecho, al interior de la sede Centro de la Universidad del Atlántico, ubicada en la carrera 43 con calle 50 de Barranquilla, en medio de extrañas circunstancias.
“Hace días fui hasta Medicina Legal y me dijeron que el dictamen de Madelayne lo dan de 60 a 90 días. Seguimos como desde el primer día: sin saber nada de lo que pasó con mi hija”, dijo Ortega, y agregó que el dictamen lo trasladarían a la Fiscalía directamente.
El hombre manifestó que “no comparte” la decisión debido a que, aseguró, él y su familia necesita saber qué pasó con Madelayne.
“Quiero saber que dicen esos informes, la muerte de mi hija no puede quedar impune”, afirmó.
El esperado dictamen de Medicina Legal correspondiente a la necropsia, dará a conocer la real causa de la muerte de la adolescente universitaria y, además, determinará si en su organismo había rastros de alcohol o sustancias alucinógenas, que darían cuenta de las circunstancias en las que se habría producido el deceso.
Por otro lado, Ortega señaló que una persona de las que estaba en la toma le dijo que en ese caso se estaban “ocultando algo”.
“Los que estaban con ellos saben cosas que las autoridades son han tomado en cuenta. Yo solo pido que el caso de mi hija no quede impune y dejar estos temas abiertos para permitir que sigan ocurriendo”, aclaró el consternado padre.
“Esa Universidad se les salió de las manos a las autoridades. Veo que no han actuado como o se ha debido”, dijo.
A la fecha, tanto la Fiscalía, como Medicina Legal, no han dado un dictamen oficial, completo y final de lo ocurrido con la joven esa madrugada, ni han revelado datos sobre los avances de las investigaciones sobre el hecho.
De manera preliminar, el ente investigador emitió un concepto en el que se señala que la estudiante falleció por una “fractura craneoencefálica por caída de altura”; sin embargo, no se ha establecido si esto fue un accidente o fue algo provocado.
Confirmó que la escena del hecho donde cayó la adolescente sí fue ‘contaminada’, en el sentido de que el cuerpo fue movido por los mismos estudiantes para trasladarla a la clínica San Diego, ubicada a una cuadra de la sede centro de la Universidad del Atlántico.
“Hubo mucha demora por parte de estas personas que permanecían de manera irregular en ese centro educativo para dejar ingresar a los peritos del CTI; sin embargo, estos lo pudieron hacer para tomar el registro fotográfico y recolectar algunas pruebas que serán las que ayudarán a determinar qué fue lo que realmente ocurrió, si fue una situación accidental o provocada”.