La muerte alcanzó a Ronald en el barrio Chiquinquirá
Iba en un mototaxi y lo estaban persiguiendo.
El venezolano Gabriel Alejandro Pereira Gutiérrez, de 23 años, se echó la bendición y salió a manejar la moto con la que subsiste desde hace algunos meses en Barranquilla, y lo último que pasó por su cabeza, era que estaría tan cerca de la muerte como lo estuvo en la tarde de ayer.
Una de las decenas de carreras que le salen en el día fue la de Ronald Manuel Acosta Pineda, de 32 años, quien no le dio una dirección exacta de a dónde se dirigía, sino que le iba indicando en el camino cual era el destino final.
El mototaxista aceptó la condición y Ronald abordó el vehículo.
Cuando los dos hombres se movilizaban a la altura de la calle 43 con carrera 29, en el barrio Chiquinquirá, otra moto de color negro sin más características les interrumpió el camino, y el parrillero de esa moto, atacó a tiros a la moto en la iban Acosta Pineda y Pereira Gutiérrez.
En cuestión de segundos los dos tripulantes de la moto que fue objetivo de los proyectiles cayeron al suelo, mientras que la moto atacante huyó a toda prisa del lugar.
El parrillero, es decir, Ronald Manuel Acosta, cayó tendido sobre la carretera con una respiración débil que se desvaneció en segundos. Fueron dos los impactos de bala que recibió en el rostro que no le permitieron continuar viviendo.
Por su parte, el venezolano conductor de la motocicleta recibió tres disparos: dos en la mano derecha y uno más que le rozó el mentón y que obligaron a conducirlo al Hospital Barranquilla donde recibe atención médica.
De acuerdo con testigos del hecho, los motorizados atacantes venían siguiendo a su objetivo que era Acosta Pineda.
En cuanto fueron notificadas las autoridades armaron un plan candado que no rindió los frutos; sin embargo, indagan en cámaras de seguridad de la zona para identificar a los atacantes.
