En las afueras de Medicina Legal se rumoraba ayer que un paro cardiaco era la causa de la muerte del mototaxista Ferney José Vega Jiménez, el joven de 28 años que se desplomó a las 10:30 de la mañana del miércoles cuando conducía una moto en el barrio La Manga, suroccidente de Barranquilla.
Sin embargo el padre, Fernando Vega Rueda, nunca creyó en tal versión, pues afirmaba que su hijo era una persona saludable, dedicada al deporte. Para el hombre, Ferney había sido asesinado.
Doce horas después del incidente en la moto corroboró su teoría. Uno de los médicos del instituto forense de Medicina Legal le aseguró que su hijo tenía una bala alojada en el pecho.
De acuerdo con el relato de Vega Rueda, a su muchacho al parecer le propinaron un tiro en un intento de atraco. Con la información que pudo recopilar entre vecinos del sector, los delincuentes también lo golpearon en repetidas ocasiones en la cabeza, con un casco que llevaba para uso del parrillero.
Con las pocas fuerzas que le quedaban tras el ataque, Ferney logró encender la moto Bóxer CT 100 para salir del lugar, pero se le apagó a los pocos metros. Además no pudo maniobrarla porque perdió el conocimiento. Personas de los alrededores lo trasladaron enseguida a la Clínica del Sol, carrera 47 con calle 82. Allí los médicos confirmaron su muerte.
Yanerís Romelín, esposa del Vega Jiménez, declaró con impotencia que este tal vez se hubiera salvado si los paramédicos lo hubieran llevado a un centro asistencial cercano.