“Pa’ donde iba uno, iba el otro”, con esta frase definieron ayer los familiares de Liliana Arias Galvis y Alex Didí Navarro Rodríguez,“la relación envidiable”que sostenía la pareja hace 18 años.
Que murieran en el mismo accidente reflejó también para los parientes “que ni la tumba podra separarlos. Los enterraremos juntos”, dijeron. Arias y Navarro participaban del sepelio de un amigo común, Deivis Martínez Medina, el vendedor de fritos asesinado de cuatro balazos la madrugada del Lunes de Carnaval en el barrio San Felipe.
La causa del accidente, ocurrido exactamente en la calle 84B con carrera 41, al parecer fue un problema en el sistema de frenos del bus en el que se transportaban deudos, vecinos y amigos del difunto Deivis Martínez.
"LILI HABLÓ DE SU MUERTE UN DÍA ANTES"
El 27 de febrero, Lunes de Carnaval, Liliana charlaba en la terraza de su casa con unas amigas y la mayor de sus dos hijas sobre el tema era la muerte, con ocasión del asesinato de Deivis Martínez.
Al día siguiente, con el eco aún de la frase lanzada, Liliana se ofreció para acompañar a su esposo al sepelio del vendedor de fritos. “Eso también fue extraño, porque a ella no le gustaba ir a funerales”, añadió Sandra. Hacia el mediodía del martes Alex Didí aceptó la compañía de su pareja, entre otras cosas, porque su mamá no pudo acompañarlo.
“Ellos iban solos porque no alcancé a alistarme, la idea era ir los tres en la moto”, manifestó Dagoberto Rodríguez, amigo de la pareja.
“Dios sabe cómo hace las cosas, hubiéramos sido tres los muertos. Es triste lo que ocurrió con ellos”, continuó Dagoberto. Antes de la una de la tarde los esposos salieron de su vivienda rumbo al sepelio de Martínez. Durante la caravana fúnebre el bus de placas UYN 329, de la empresa Busservi, quedó sin frenos y los arrolló, como ya se dijo.
"FUERON 18 AÑOS AMÁNDOSE CADA INSTANTE"
Liliana Arias, natural de Cali, residía en Barranquilla desde que tenía 15 días de nacida. Durante su infancia conoció en el barrio Carlos Meisel a Alex Navarro. Con 17 años Liliana inició una relación amorosa con Alex, a quien aventaja por un año de edad. “Eran el uno para el otro, esa pareja daba envidia”, comentó también Dagoberto Rodríguez.
Con el pasó del tiempo se organizaron y tuvieron dos hijas, con quienes formaron un hogar en el barrio Nueva Colombia. Liliana graduó en auxiliar de enfermería, además de eso llevaba un año como trabajadora social de la fundación Mujeres de Paz. Por su parte, Alex era oficial de construcción.
“Mi hijo no fallaba a la hora de jugar los torneos de fútbol del barrio, y siempre que jugaba ella estaba ahí con él, acompañándolo, lo mismo hacía Alex con los planes de ella”, comentó Yomaira Rodríguez, madre de Alex.
Yomaira vuelve a padecer la pérdida de un hijo. Hace 13 años vio partir al mayor de sus cuatro hijos, Jorge Luis Navarro: “paramilitares lo asesinaron en Carlos Meisel”, sostuvo con un dejo de tristeza.
Las madres de las víctimas coinciden en sepultar juntos los cuerpos de Liliana y Alex, de igual forma piensan con respecto a la adopción de las niñas de 5 y 13 años.