¿Qué Pasa?

ESPECIAL | ¿Sería Dayana capaz de matar a Pinto por $300 millones del seguro?

Sigue el debate por el asesinato del director de Medicina Legal.

Compartir en:
Por:

El pasado miércoles 27 de julio se cumplió un mes de la captura de Dayana Yael Jassir De la Hoz, señalada por las autoridades como la determinadora o cerebro del asesinato de su esposo, el entonces director de Medicina Legal regional norte, Eduardo Enrique Pinto Viloria.

La bacterióloga, de 34 años, fue detenida por agentes de la Dijín cuando llegaba al Centro de Servicios Judiciales en compañía de su abogado Deivis Barraza, a presenciar la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento contra Jesús Antonio Gutiérrez Arrieta, alias ‘Chucho’; Miguel Ángel González Reales, alias ‘Migue’; y Johan Enrique Beltrán Ulloque, chofer de confianza de la familia Pinto; que hasta ese momento era los tres únicos procesados por el crimen.

Mucho se ha hablado de su presunto interés de acabar con la vida del médico guajiro para cobrar un seguro de vida por 300 millones de pesos, que el funcionario ostentaba por su función como director del instituto forense. Pero este y otros argumentos en su contra serán presentados en un juicio por la Fiscalía 18 de la Unidad de Vida.

El abogado defensor de Dayana, Deivis Barraza tendrá que rebatirlos con evidencias y elementos materiales probatorios para demostrar lo contrario; pues lo único cierto y confirmado por ella a través del jurista es que sí sostuvo una relación sentimental con Johan Beltrán.

Mientras eso ocurre, la sociedad continúa haciéndose interrogantes por este caso, como por ejemplo: ¿Sería Dayana capaz de asesinar a su marido por cobrar 300 millones de pesos de un seguro de vida? ¿Era de familia adinerada o venía de un hogar humilde con afugias económicas, como para planear el homicidio del esposo con el fin de quedarse con su dinero?...

AL DÍA

se dio a la tarea de indagar detalles de su vida personal y esto fue lo que encontró con personas cercanas a la familia que hablaron a condición de permanecer en el anomimato.

HIJA DEL ‘MONO JASSIR’

Dayana Yael es la mayor de las tres hijas del matrimonio de José Arnaldo Jassir Agilvis, un comerciante conocido popularmente en el barrio El Ferry como el ‘Mono Jassir’; y Magaly De la Hoz. Fruto de esa relación también nacieron otras dos hijas, Giselle (segunda), y Natalie (última).

El ‘Mono Jassir’ dejó otros 17 hijos producto de otras relaciones sentimentales; de los cuales 15 tienen el apellido de este. Los otros, aunque respondió por ellos económicamente, no fueron registrados con sus apellidos.

La familia Jassir - De la Hoz llegó a Barranquilla procedente de Riohacha a finales de 1999, y fijó residencia en el barrio El Ferry, carrera 7B No. 7A - 83. En esa dirección, en la que ahora hay un lote de 1.400 metros cuadrados, una vivienda con infraestructura colonial en su interior, y una casa de dos pisos en la esquina; el ‘Mono Jassir’ montó una pescadería en la que vendía al por mayor y al detal. Viajaba con frecuencia a Riohaha y a Venezuela, pues allá tenía propiedades y negocios que no podía descuidar.

Sus tres hijas con Magaly se hicieron profesionales, entre ellas Dayana Yael que alcanzó su título de pregrado en la Universidad Libre de Barranquilla, como profesional en Bacteriología, en 2004.

En esta vivienda reside la madre de Dayana Jassir.

En octubre del 2008 la joven mujer decidió casarse con el perito Eduardo Pinto, con quien se conoció en el Hospital Nuestra Señora de Los Remedios, en Riohacha, cuando ella ingresó a trabajar en ese centro médico como bacterióloga. Fueron pocos meses de relación antes de casarse, según contó a este medio en su momento Sonia Bermúdez, amiga del médico forense.

En el 2013 Dayana se especializó en Sistemas Integrados de Gestión de Calidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. De igual manera sumó a su hoja de vida otros estudios no formales, como cursos, seminarios y capacitaciones.

Su relación con Eduardo Pinto Viloria siempre fue muy bien vista por su progenitor, al punto de que ‘el Mono Jassir’ comenzó a depositar su confianza en él y le entregó el manejo financiero de algunos de sus negocios.

Antes del 24 de abril de 2015, fecha en que falleció de una penosa enfermedad, ‘el viejo Jassir’, como también le decían; repartió a sus hijos y personas más allegadas sus bienes y propiedades. Uno de los lotes, situado junto a la vivienda con infraestructura colonial donde se quedó a vivir su esposa, está alquilado a la empresa Cooperativa Metropolitana de Transportadores del Servicio Colectivo limitada (Cootransco), que lo utiliza como ‘nevada’. Esta compañía de transporte público paga un arriendo mensual de 3 millones 200 mil pesos desde mayo de 2008.

El lote consta de 1.400 metros cuadrados, y ‘el viejo Jassir’ le dejó el predio como herencia a Nolinka Jassir, residente en la capital del país y hermana paterna de Dayana. Pero en la repartición a Dayana le tocó una muy buena parte, pues su papá le dejó también un lote de mayor dimensión: 11.000 metros cuadrados.

El entonces director de Medicina Legal y yerno de Jassir, Eduardo Pinto, había logrado que el parqueadero fuera arrendado a mediano o largo plazo a la Fiscalía para el parqueo de vehículos de la entidad, dependiendo de una serie de requisitos que debía cumplir la institución.

El predio está en la carrera 7B No. 8 - 79, barrio El Ferry, y allí, mientras se concretaba el negocio, funcionó durante el 2015, sin mucho éxito, un club de Paintball (deporte en el que los participantes utilizan pistolas de aire comprimido llamadas marcadores, para disparar pequeñas bolas de pintura contra los otros jugadores).

En este lote funcionó el año pasado un club de Paintball.

Actualmente está desocupado, sin ningún uso, y

AL DÍA

pudo establecer a través de una fuente cercana a la familia, que está en venta y que el dinero recaudado servirá para pagar el proceso judicial que hoy afronta Dayana, y que la tiene tras las rejas de la Cárcel El Buen Pastor.

Aspecto interior del predio que se encuentra a la venta.

LO QUE DICE DAYANA

A través de miembros del núcleo familiar y allegados, se ha podido establecer cuál es la posición de Dayana Jassir De la Hoz, con respecto a todo lo sucedido.

Un pariente contó a esta redacción que a su madre Magaly De la Hoz le insiste que es inocente, que su único error fue haber sostenido una relación sentimental con Johan Beltrán, pero que la misma había culminado y que de hecho ella lo tenía bloqueado en sus redes sociales, debido a la insistencia de él por darle largo a ese amorío.

Profesionales que trabajaron con ella en su último empleo como asesora en el área de calidad en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses regional norte (cargo que le otorgó el director nacional tras el homicidio de Pinto, para no desampararla a ella y a su hijo), dijeron que la mujer se mostró con muchas aptitudes para el cargo, con gran responsabilidad y todo indicaba que sería un elemento idóneo para los peritajes de cadáveres.

Sin embargo, todo se fue al traste cuando se relacionó directamente como posible determinadora del homicidio al ser detenida por agentes de la Dijín.

“Primero fue mi papá, ahora Eduardo. Este es un dolor que no le deseo a nadie”, expresaba Dayana delante de sus compañeros cuando tenía algún receso en su ocupación como profesional universitario grado 10, y donde no alcanzó a cobrar el primer mes, pues el día que consignaban la Dijín la detuvo.

¿Quién tiene la razón?... Un juicio se aproxima y esta historia de crimen, pasión y traición, pica y se extiende.