Era casi la medianoche del viernes y en uno de los apartamentos del edificio La Ría, del barrio Villa Santos, la parranda estaba en su mejor momento. Un grupo de personas departía con música a todo volumen, trago y hasta un mariachi, pero todo terminó en una violenta agresión que dejó como víctimas a dos mujeres que solo querían descansar.
Una de ellas era la pediatra Dalila Peñaranda Fairuth
,
a quien la estruendosa fiesta no la dejaba cerrar los ojos. Según las denuncias en redes sociales y que ya reposan en la Fiscalía, la mujer habría pedido varias veces a la seguridad del edificio que les dijeran a sus vecinos que había personas tratando de descansar y que no podían hacerlo por el escándalo. Que bajaran el volumen.
La agresión
Sin embargo, a pesar de varios llamados,
la rumba seguía y cada vez parecía animarse más. Fue entonces cuando solicitaron la presencia de la Policía. La patrulla del cuadrante llegó al lugar, localizado en la carrera 47 número 102-170. Uno de los uniformados subió acompañado del vigilante del edificio y en el pasillo se encontraron con la pediatra, quien los llevó hasta donde se llevaba a cabo la fiesta.
Casi tres minutos después y luego de una discusión entre vecinos,
las cámaras del lugar registraron el momento en que un grupo de hombres se abalanzaba contra Peñaranda Fairuth mientras que el policía trataba de evitar la agresión.
Pero eran muchas personas y detener la golpiza fue imposible. La pediatra intentó defenderse y logró alejarse por segundos de sus agresores, pero un hombre la alcanzó y le propinó varios golpes en el rostro. En ese momento apareció su empleada doméstica, quien intentó evitar que siguieran pegándole, pero a sus 57 años era indefensa ante la fuerza de los hombres alentados por el licor. También recibió varios golpes.
Mientras unos las golpeaban a ellas, otros detuvieron al policía para que no las defendiera. Fue cuando la empleada cayó al suelo luego de ser empujada y uno de los agresores no dudó en tomar impulso y darle un puntapié en el rostro.
El vigilante solo veía la escena, pero no hizo nada. Ante el alboroto, los mariachis recogieron sus instrumentos y escaparon por las escaleras de emergencia. El alcance de las cámaras de seguridad del edificio no fue suficiente para registrar qué ocurrió después, pero en su denuncia la víctima afirmó que la agresión continuó en su apartamento, a donde había ido en busca de refugio.
Todo terminó cuando algunos asistentes a la fiesta hicieron que los hombres que estaban más exaltados y que habían atentado contra las víctimas se fueran del lugar. Este medio conoció que, a pesar de la presencia policiaca, de la evidente agresión contra las mujeres y la aglomeración de personas a pesar de las medidas sanitarias por la Covid-19,
ninguno fue aprehendido, ni siquiera multado.
EL HERALDO se comunicó con la pediatra Dalila Peñaranda, quien confirmó todo lo que había ocurrido y dijo que había instaurado las denuncias correspondientes, pero que por estar agotada prefería dialogar con esta casa editorial en otro momento. La especialista había asegurado que quedó con lesiones en su rostro y varias partes del cuerpo y que su empleada, a quien identificó como Carmencita, tiene un edema en el rostro y hematomas en diferentes partes del cuerpo.
Las personas que fueron denunciadas son Martín Parra, Fanny Franco, Jalim Rebaje y Assad Baraque.
Enérgico rechazo
La evidente agresión contra estas mujeres despertó la indignación en redes sociales y de las autoridades. La Alcaldía de Barranquilla emitió un comunicado en el que, además de rechazar este hecho de violencia, anunció las acciones que se tomarán.
“La Alcaldía de Barranquilla condena de manera enérgica la agresión contra la pediatra Dalila Peñaranda Fairuth y su empleada doméstica en un conjunto residencial de la ciudad, hace acompañamiento en la denuncia y solicita agilizar la asignación de un fiscal para el conocimiento del caso. Frente a la violencia, cero tolerancia”, se lee en el comunicado.
En la comunicación también se precisó que con las autoridades y la Patrulla Covid
se coordinó un acompañamiento para que la doctora Peñaranda instaurara las denuncias respectivas
y de esta forma se “hagan las respectivas investigaciones y se dé con el paradero de los agresores.”
El Distrito insistió en que las fiestas están prohibidas y que quienes violen esta medida “encontrarán a unas autoridades listas para actuar”, precisó el documento.
A través de su cuenta de Twitter, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, condenó este hecho violento. “Condenamos enérgicamente la agresión contra la pediatra Dalila Peñaranda Fairuth y su empleada doméstica
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Cero tolerancia frente a la violencia.” En un segundo ‘trino’, el mandatario afirmó que “las fiestas están prohibidas. No pueden jugar con el sufrimiento de familias que perdieron a un ser querido, ni echar por la borda esfuerzos de ciudad para recuperar su normalidad.”
Por su parte, el coronel Oleskyenio Flórez, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, informó que “la Policía está haciendo acompañamiento a los afectados.”
La Sociedad Colombiana de Pediatría también se unió a las voces de rechazo a través de un comunicado, enviando un mensaje a las autoridades para que no dejen de acompañar a las víctimas a quienes se les produjo un “grave daño tanto físico como moral y sicológico”, se lee en el documento.