Profundas diferencias con relación al futuro del semestre académico en la Universidad del Atlántico han generado un “choque de trenes” entre los distintos movimientos estudiantiles, que se debaten entre la continuidad del cese actividades y la posibilidad de regresar a las aulas de clases.
El radicalismo de ciertas organizaciones estudiantiles se ha convertido en la principal “piedra en el zapato” para que la normalidad regrese a la alma mater, que se encuentra en paro desde el 25 de octubre del año anterior.
Un total de 43 movimientos estudiantiles se encuentran constituidos ante la Vicerrectoría de Bienestar Universitario de esta alma mater, los cuales tienen distintos objetivos misionales, aunque la mayoría se han organizado como actores políticos y tienen un promedio de 15 a 50 miembros.
Una de las organizaciones más activas –según una fuente que conoce las dinámicas de la alma mater– es la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), la cual cuenta con una “extensa trayectoria”, teniendo en cuenta que varios de sus miembros han actuado como representantes de la comunidad estudiantil ante los distintos consejos y comités.
“La FEU, como la gran mayoría de los movimientos estudiantiles de índole político, se identifican con las banderas de la izquierda y muchos de sus integrantes son destacados militantes en partidos como Unión Patriótica y el Partido Comunista”, sostuvo la fuente, quien trabajó en la universidad por más de 3 años.
Asimismo, esta persona especificó que este movimiento ha sido el encargado –junto a algunos líderes sindicales de la ciudad– de liderar la toma en las distintas sedes de la alma mater, así como están recibiendo el apoyo de los llamados “estudiantes eternos”.
EL HERALDO pudo establecer que, en los registros de la Vicerrectoría de Bienestar Universitario, la FEU cuenta con 40 miembros aunque desde hace 6 años no realiza una actualización de su base de datos.
Este medio también conoció que otras organizaciones con relevancia en el espectro político de la Universidad del Atlántico se encuentran la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), Consejo Nacional Superior Estudiantil de Colombia (Consec), la Organización Colombiana de Estudiantes (OCE) y Construyamos Academia, entre otros.
“En este momento, los únicos que se encuentran de acuerdo con seguir con el paro son los miembros de la FEU y ACEU. Los integrantes de otros movimientos han mostrado una posición más conciliadora y no se cierran a la posibilidad de volver a clases en las próximas semanas”, explicó un estudiante, quien hizo parte de la toma que hubo en la sede centro de la alma mater.
Enfrentamientos
Las divisiones entre los estudiantes han motivado una serie de enfrentamientos en distintos espacios, que han sido puestas en conocimiento de las autoridades competentes.
Uno de los casos más recientes fue denunciado por Germán Zuluaga, presidente del capítulo Atlántico del Consejo Nacional Superior Estudiantil de Colombia (Consec), tras la asamblea desarrollada el pasado martes en el coliseo de la sede norte.
“Yo solo estoy peleando por mi derecho a la educación. En la universidad hay intereses burocráticos, es un enfrentamiento entre movimientos de izquierda y derecha, en busca de imponer su pensamiento”, indicó.
En noviembre del año anterior, los estudiantes José David Morales y Juan Luis de la Hoz también denunciaron ser víctimas de agresiones y amenazas por parte de un grupo de alumnos al interior de la sede norte de la Universidad del Atlántico.
En la querella presentada en ese momento ante la Fiscalía, Morales y De la Hoz indicaron que los hechos se registraron en la tarde del pasado 14 de noviembre.
“Entre más de 20 personas nos golpearon y sacaron de la Universidad del Atlántico a punta de puños, piedras y palo”, expresaron los jóvenes en ese entonces.
Opiniones sobre el paro
Aunque ocho facultades (Bellas Artes, Ciencias de la Educación, Nutrición y Dietética, Arquitectura, Ciencias Básicas, Ciencias Humanas, Química y Farmacia e Ingeniería) han ratificado el cese indefinido de actividades en la alma mater, un creciente grupo de estudiantes ha manifestado su intención de regresar a las aulas para reanudar las clases lo más pronto posible.
Así ha quedado evidenciado en las últimas asambleas estudiantiles, que se han visto empañadas por las intensas discusiones y los intentos de agresión entre universitarios.
En estos escenarios, algunos estudiantes han mostrado su inconformismo debido a la “transformación” que han tenido los líderes de varios movimientos estudiantiles, puesto que han dejado de lado la lucha por la “reivindicación de la comunidad estudiantil” para favorecer “otros intereses”.
Para ellos, esta situación ha “desdibujado” el cese de actividades planteado el pasado 25 de octubre, a través del cual se exigió la salida de Carlos Prasca de la rectoría, así como la modificación del Estatuto de la universidad y el retiro del cuerpo de seguridad.
“El paro ha perdido su rumbo. Existen varios de líderes y todos persiguen intereses distintos; lo único cierto es que el cese de actividades lo están utilizando como un mecanismo de presión”, fue la apreciación de un estudiante de séptimo semestre de Licenciatura en Música, luego de la asamblea multiestamentaria que se cumplió el jueves en la sede de Bellas Artes.
Otro estudiante de sexto semestre de Derecho, quien pidió la reserva de su identidad, cuestionó la legitimidad de las personas que actualmente lideran el paro, puesto que –en su opinión– no cuentan con el respaldo del grueso del estudiantado en la alma mater.
Por su parte, Andrés Chaparro, estudiante del programa de Licenciatura en Cultura Física, Recreación y Deportes, explicó que el cese de actividades ha abierto la puerta a la democratización de la Universidad del Atlántico, por lo que es muy importante darle prioridad a la modificación del Estatuto General.
“Consideramos que no se ha conseguido la totalidad de lo que hemos exigido. Con la modificación de los estatutos se busca democratizar la Universidad del Atlántico y es algo mucho más importante que la salida de Carlos Prasca de la rectoría, porque nos va a permitir combatir la politiquería y la corrupción”, expuso el estudiante.
Chaparro agregó que la comunidad estudiantil se encuentra dispuesta a regresar a las aulas en el menor tiempo posible, pero con el cumplimiento de las garantías exigidas.
Asimismo, el estudiante dijo que “muchos queremos regresar a clases, pero no lo haremos hasta que se cumpla con la modificación del Estatuto General. Es necesario que las directivas trabajen de la mano con los estudiantes, más allá de buscar la forma de regresar a clases”.
Para César Lorduy, representante a la Cámara por el Atlántico, la situación que se presenta en la Universidad del Atlántico no tiene “justificación alguna”, debido a que afecta a más de 24.000 estudiantes y un importante número de docentes: “Cuando 18 personas son capaces de impedir el acceso a una instalación universitaria, basándose en motivos que no se solucionan a través del diálogo, se presenta un secuestro con otros fines”.
Líderes
“No hay legitimidad”
Para varios estudiantes no existe legitimidad entre los líderes, teniendo en cuenta que desde hace dos años no se adelantan las elecciones de representantes estudiantiles ante los consejos y comités de la alma mater.
Germán Zuluaga, estudiante de séptimo semestre de Derecho, indicó que es necesario que se cumpla este proceso para dotar de gobernabilidad a la alma mater.
“No hay legitimidad. La comunidad estudiantil no respalda a los líderes, e incluso, algunos se han autoproclamado por la falta de liderazgo en la universidad”, explicó Zuluaga.